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Con procesión y misa se celebra a San Expedito: podés llegar en el 808
Por la celebración del santo patrono de las causas urgentes, este viernes 19 de abril, el servicio de transporte público informó horarios para el traslado al santuario de San Expedito ubicado en Bermejo.
POR REDACCIÓN
Este próximo viernes 19 de abril se celebran las Fiestas Patronales en Honor a San Expedito, motivo por el cual miles de fieles y devotos que acercan hasta su Santuario, ubicado en Bermejo. Por tal motivo, los sanjuaninos podrán participar en familia de la procesión y la misa en su honor. El Ministerio de Gobierno, a través de la Coordinación de Red Tulum, brindó detalles de la disponibilidad de las líneas de la RedTulum para el traslado.
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Al Santuario de Caucete, se puede llegar en la línea 808 que sale desde la Estación Terminal de Ómnibus de San Juan en los siguientes horarios:
- 1° Salida: 7 – Regreso: 18.30
- 2° Salida: 8 – Regreso: 11
- 3° Salida: 14.30 – Regreso: 18.30
El valor del boleto tiene un costo de $4.000. Por ende, para los sanjuaninos que deseen ir deberán tener $8.000 para los pasajes de ida y vuelta.
Recordá que podés mirar los recorridos, horarios y paradas buscando la línea en la App RedTulum o ingresando al siguiente link para conocer el recorrido: https://moovitapp.com/san_juan-6137/lines/800/41103049/5245951/es-419?customerId=NPIdiV-P9Gcj-pA7yOXVPg
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¿Por qué se recuerda a San Expedito el 19 de abril?
La historia del camino de Expedito a la santidad fue atravesada por el martirio al que fue sometido este hombre que fue condenado a muerte por las autoridades romanas, quienes lo declararon culpable de practicar el cristianismo y no la religión tradicional del Imperio.
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Según cuenta a tradición, San expedito decidió predicar su fe a toda su tropa y a defender a todos los cristianos que eran enviados a los circos a luchar contra leones y ser devorados por ellos, lo que despertó la ira del Emperador Dioclesiano, que dio la orden de matarlo.
Luego de varios días de interrogatorio, lo ejecutaron el 19 de abril del año 303 en la ciudad de Melitene, sede de la provincia romana del mismo nombre, en la región turca de Capadocia. Junto a él, fueron pasados por las armas sus legionarios, que también se habían convertido a la fe de Cristo: Hermógenes, Gálatas, Caio, Aristónico y Rufo. Previo a tomar su decisión definitiva de convertirse al cristianismo, al santo se le apareció el demonio en forma de cuervo que le decía: “Cras, cras, cras”, que en latín significa “mañana”