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Crimen de Villa Paolini: el cuarto detenido aseguró que nunca estuvo en la casa de la jubilada
Alfredo Ortiz quedó imputado por homicidio agravado y con prisión preventiva por siete meses, como el resto de los sospechosos.
POR REDACCIÓN
Este miércoles por la tarde la Justicia imputó al cuarto sospechoso y detenido por el macabro crimen de la jubilada María Pérez de 82 años, en Villa Paolini, Pocito. El acusado Alfredo Ortiz se desligó del hecho, aunque reconoció estar con los otros tres sospechosos el día del hallazgo del cuerpo de la mujer y los días posteriores.
La audiencia de formalización contra Ortiz comenzó pasada las 17.30 en Sala 9 del subsuelo de Tribunales. Los fiscales Iván Grassi y Renato Roca, investigadores del caso, leyeron la acusación que hay contra el detenido por el delito de homicidio agravado por ensañamiento, alevosía y criminis causa.
Los investigadores detectaron que Ortiz tenía en su celular una foto del arma de fuego que era de la víctima, sustraído de su casa el día de su muerte. Además establecieron mediante testigos que el detenido estuvo con el resto de los implicados: Cristian Di Carlo, Jon Cano y Joaquín Fernández el 21 de agosto (fecha del asesinato) de este año y los días siguientes.
El acusado decidió hablar en la audiencia y se desligó del hecho. Resaltó que conoce a Di Carlo, Cano y Fernández, que se juntaron los cuatro, pero negó que haya estado en la casa de Pérez.
Explicó que Di Carlo lo acompañó a la venta de una moto y otras actividades. Di Carlo fue el primero en caer por el asesinato de la adulta mayor y es el más complicado porque hallaron rastros de su ADN en la ropa de la víctima y en la vivienda de la escena del crimen.
El juez Ramón Alberto Caballero, a pedido de los fiscales, imputó de homicidio a Ortiz, le dictó siete meses de prisión preventiva y lo envió al Servicio Penitenciario Provincial, donde están sus conocidos, también apuntados por el homicidio.
A María Pérez la hallaron tirada en el interior de su casa de Villa Paolini con golpes en el rostro y un corte profundo en el cuello. Su cuerpo estaba sobre un charco de sangre. Sus familiares notaron que en la vivienda faltaban algunas cosas de valor y a la hora de pensar en sospechosos, uno de los apuntados fue Di Carlo, pues se llevaba muy mal con su vecina.
En la escena del crimen, los investigadores no encontraron que la puerta haya sido forzada para entrar por lo que la principal hipótesis es que la víctima conocía a sus victimarios. Justamente, los cuatro detenidos son de la zona norte de Pocito.