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Política

El arzobispo de Salta a Macri: "Llévate el rostro de los pobres"

Si bien monseñor Cargnello le agradeció al Presidente la visita y usó un tono componedor, sobre el final de su discurso le recordó el eslogan incumplido de campaña "pobreza cero".

POR REDACCIÓN

15 de septiembre de 2019

En un sorpresivo mensaje al final de la multitudinaria misa por la festividad del Señor y la Virgen del Milagro, el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, se dirigió en primera persona al presidente Mauricio Macri, que estaba al frente y le pidió: "Mauricio, has hablado de pobreza, llévate el rostro de los pobres, que son argentinos, dignos, respetuosos y merecen que nos pongamos de rodillas delante de ellos". Cargnello usó un tono vibrante pero respetuoso. E incluyó al resto de los políticos en su interpelación, como el gobernador y candidato a vicepresidente Juan Manuel Urtubey.

Desde las escalinatas de la catedral de la capital salteña, en la plaza principal, Cargnello –que no había oficiado la misa, sino que fue otro obispo- tomó el micrófono y le agradeció a Macri la presencia, pero tras recordarle que le había dicho a “todos los argentinos” que se había sentido golpeado” –en referencia a la derrota en las PASO– afirmó que "en el clima de ese golpe es que quiero hablar de corazón a corazón".

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"Cuando empezó usted (su mandato) dijo que iba a luchar por la pobreza cero. ¿Qué puede decir Salta ahora? Le da los rostros de la pobreza", dijo Cargnello. Puso como ejemplo unos mineros que peregrinaron para esta festividad con los dueños de la mina y los gerentes y se preguntó con énfasis: "¿No es posible venir juntos caminando por la historia? ¿Por qué creemos que la historia debe hacerse desde la pelea?".

El anuncio el sábado de la visita del Presidente había causado impacto en el círculo rojo salteño, dado que desde que asumió nunca había venido a la festividad y no fueron pocos los observadores que lo vincularon a una decisión electoralista. Esta fiesta religiosa congrega a cientos de miles de fieles de todo el Norte argentino, además de que la venida suscitaba temores de que pudiera ser abucheado.

Sin embargo, Macri llegó puntualmente a las 10 –junto con su esposa Juliana Awada– para la misa y fue recibido en medio de calurosos aplausos. Al final de la misa, fue evidente la satisfacción de los miembros del oficialismo que lo acompañaban, entre ellos el senador Esteban Bullrich, muy cercano a la Iglesia, y el secretario de Culto, Alfredo Abriani.

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