El Gobierno logró un superávit financiero de $1,8 billones, el primero en 16 años

El Gobierno de Javier Milei cumplió su promesa de bajar el superavit financiero. El Ministerio de Economía informó que el cierre del año 2024 resultó en un superávit financiero de $1,8 billones, equivalente al 0,3% del Producto Bruto Interno (PBI), un logro histórico que no ocurría desde 2008. Este resultado marcó un punto de inflexión en la gestión económica del Gobierno, ya que, a lo largo de los últimos años, las finanzas públicas estuvieron dominadas por déficits fiscales. El superávit alcanzado en 2024 se produjo a partir de una serie de ajustes fiscales y medidas extraordinarias que permitieron mejorar las cuentas del Estado.

El ajuste fiscal fue clave en este proceso, con una reducción del gasto del Estado del 27,5%, lo que contribuyó a generar un superávit fiscal de $10,4 billones (1,8% del PBI), cifra que sorprendió a los analistas que no anticipaban un resultado positivo para el Gobierno en su primer año de gestión. La disminución del gasto abarcó diversas áreas, incluyendo jubilaciones y pensiones, obra pública, transferencias a las provincias, subsidios económicos y salarios públicos. Además, el Ministerio de Economía destacó la racionalización de los gastos en la Administración Nacional y el saneamiento de las empresas públicas, que logró generar el primer mes de superávit operativo desde 2009.

El superávit, sin embargo, no fue constante durante todo el año. El único mes deficitario fue diciembre, una época estacionalmente caracterizada por un aumento de los gastos del Gobierno. Sin embargo, el superávit acumulado durante los 11 meses previos permitió compensar este déficit financiero de $1,6 billones y concluir el año con un resultado positivo.

En cuanto a los ingresos, el Gobierno aprovechó factores extraordinarios para lograr la recaudación de 1,6% del PBI en 2024, aunque se estima que estos ingresos no se repetirán en 2025. Entre estos factores, se destacaron el aumento de la alícuota del impuesto PAIS, que grava la compra de dólares, y los planes de regularización fiscal, como la formalización de activos externos (blanqueo), la moratoria impositiva y el régimen de pago anticipado de Bienes Personales. Estas medidas representaron el 7% del total de los ingresos del Estado en 2024.

La clave para el éxito fiscal del Gobierno fue el fuerte ajuste y la decisión de implementar una política de austeridad fiscal, a pesar de los costos políticos que implicó, como los vetos a la reforma jubilatoria y al proyecto de financiamiento universitario. El Ministro de Economía, Luis Caputo, celebró el logro en sus redes sociales, resaltando que el resultado fiscal “es el fruto de un liderazgo extraordinario del presidente Javier Milei, un programa de estabilización que sorprendió al mundo y un trabajo en equipo del gobierno”.

Este superávit fiscal también permitió al Gobierno tomar decisiones importantes en relación con la política monetaria y la emisión de dinero. Gracias a la mejora en las cuentas fiscales, el Banco Central pudo reducir la emisión de dinero para financiar al Estado, lo que ayudó a disminuir las expectativas de inflación. Este ajuste permitió además que los bancos retomaran su función de prestar a los sectores privados, lo que favoreció la reactivación económica.

Si bien el superávit es un logro notable, los analistas económicos coinciden en que los desafíos para 2025 seguirán siendo grandes. El Gobierno tendrá que compensar la caída de los ingresos extraordinarios, y se estima que apostará por un crecimiento de la actividad económica proyectado en un 5% del PBI para mejorar la recaudación, especialmente a través del IVA por el consumo. Además, el Ministerio de Economía podría recurrir a procesos de privatización y concesiones para generar más ingresos, como ocurrió en la década del 90.