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Inseguridad en San Juan: mientras transcurría el Safari en Valle Fértil, robaron todas las sillas de un bar
Los propietarios del local se comunicaron con DIARIO HUARPE para visibilizar la problemática, ya que la policía del lugar no los escuchó.
El fin de semana pasado, mientras transcurría el Safari Tras las Sierras, en Valle Fértil, ocurrió un hecho lamentable, fue en un local gastronómico que ofrece comidas rápidas y cervezas artesanales cuando delincuentes aprovecharon y se robaron 18 sillas en dos noches consecutivas. En el primer golpe fueron 10 mientras que en el segundo las restantes 8.
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El local se llama “El chiringuito de Valdés” está por calle Rivadavia pasando Sarmiento y se encuentra a tres cuadras de la comisaría de Valle Fértil e increíblemente sufrió dos robos en dos noches seguidas.
Según los propietarios hicieron la denuncia correspondiente la noche del sábado, pero los policías nunca llegaron al lugar para ver el tamaño, color, y tomar algunos datos sobre los elementos sustraídos. En consecuencia, la noche del domingo cuando fueron a radicar la denuncia sobre el segundo robo, explicaron que la Policía no quiso tomarla.
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“Parecería que el único trabajo que la policía de Valle Fértil se toma en serio es correr a los pibes del río después de las 3 de la mañana y ahí no están los delincuentes”, explicó el propietario quien no quiere ser identificado para evitar problemas.
Además, comentó que el personal del local se tuvo que quedar a hacer guardias para que no les vuelvan a robar porque la policía nunca fue.
El hombre explicó que reponer las sillas tendría un costo aproximado de $200.000. “Es un sacrificio muy grande para nosotros que apostamos por embellecer al Valle con estos locales para que los turistas tengan donde tomar una cerveza”.
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El propietario comentó que la bronca no es con el hecho en sí sino con la falta de importancia que le dieron al pueblo mientras se corría el Safari.
En el último tiempo en Valle Fértil ocurrieron varios hechos de inseguridad, algo que resulta raro para el denunciante, ya que es un pueblo “chico” que todos se conocen. A su vez dice que hasta las cosas robadas se comercializan en el mismo departamento y que ni la policía, ni los funcionarios judiciales toman cartas en el asunto para solucionarlo.