Tras un año de lucha, a una sanjuanina le dieron la pensión por discapacidad de su hija del corazón

Hace exactamente un año, DIARIO HUARPE publicaba la historia de Luciana Gásquez en la que buscaba que le otorgaran la pensión por discapacidad a su hija del corazón, Sheila, de 10 años, que tiene parálisis cerebral y discapacidad motora completa. Unos días antes de que se cumplan los 365 días y de forma inesperada, a Luciana le llegó la noticia del otorgamiento del beneficio.

La mamá tiene la tenencia de Sheila desde que ella tiene 15 días. La conoció en el hospital público en el que trabaja como enfermera y, como sus padres “nunca aparecieron”, decidió comenzar los papeles para tenerla un tiempo bajo guarda. Con el pasar de los años logró la tenencia de la niña.

Luciana comenzó a tramitar los papeles para obtener una ayuda económica hace años, pero en un principio desde Anses le dijeron que el dinero no le correspondía por ser empleada del Estado. Hasta llegó a juntar firmas, pero en ese momento decidió exponer su situación a través de los medios debido a que, como es mamá soltera, eran muchas las veces que no llegaba a cubrir los gastos. Entre ellos, los pañales, medicación, el changuito postural especial, férula, corset y niñera.

Este 27 de agosto se cumplió un año de aquella primera nota y, afortunadamente, a Luciana le llegó la esperada pensión tan sólo unos días antes, incluso, tuvo la noticia cuando ella había perdido todas las esperanzas.

“Llegó un momento en el que dije `ya está, Señor hasta acá llegué yo´ y dejé todo en manos de Dios”, contó. En ese momento estaba decepcionada porque “siempre la gente que trabaja no tiene derecho a cobrar los beneficios del Estado”.

Así dejó pasar los días. No recibió ninguna novedad sobre el tema hasta ingresó a sus dos cuentas bancarias. Tiene una en la que le depositan su salario y la otra que debió crear por si le salía la pensión, pero a la última ingresó por casualidad y encontró dinero. De forma inmediata se comunicó con Raquel Camacho, una trabajadora de Anses con la que estuvo en contacto desde que ella entregó los papeles.

“Hola bonita, si, es la pensión de tu hija, ya va a tener la pensión de por vida”, le respondió Raquel.

De esa forma se enteró Luciana de que había conseguido el derecho que a su hija le corresponde. Ella está convencida de que “cuando se dejan las cosas en manos de Dios es cuando salen”. Es creyente y le atribuye a Dios que le hayan otorgado el beneficio a Sheila, pero detrás de ello estuvo su constancia ya que desde que su niña era chica ella comenzó a presentar documentos en diversas áreas para tratar de obtenerlo.

“A veces dejaba de luchar, pero siempre volvía a retomar, es una lucha en el día a día, yo lo que peleaba era el derecho de ella”, cerró Luciana.