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Una investigación develó que la niña del Quehuar se alimentó diferente antes de que la sacrificaran
Una investigación sobre la niña del Quehuar develó que tuvo una curiosa dieta antes de que sea sacrificada.
POR REDACCIÓN
Una nueva investigación sobre la famosa momia conocida como la niña del Quehuar, hallada en la provincia argentina de Salta, se publicará en el número de noviembre de la revista *Journal of Archaeological Science Reports*. Según los autores, esta chica vivió a altitudes entre 2.500 y 3.000 metros y tenía una dieta inusualmente rica en algas marinas. Este hallazgo sugiere que estos productos costeros eran transportados a través de la vasta red de caminos del Imperio Inca, conocida como el Qhapaq Ñan, lo que refleja la sofisticación logística de esta antigua civilización.
El legado del Imperio Inca, que abarcó la costa occidental de América del Sur desde 1438 hasta 1532, incluye rituales complejos, como la Capacocha, donde se sacrificaban niños seleccionados por su pureza. Estas ofrendas eran parte de ceremonias destinadas a apaciguar a las deidades y asegurar el equilibrio cósmico. La niña del Quehuar fue descubierta en 1975 en la cima del volcán homónimo, a más de 6.100 metros sobre el nivel del mar, por el explorador Antonio Beorchia Nigris. A pesar de los daños causados por saqueadores, los arqueólogos lograron recuperar partes de su cuerpo, lo que permitió una significativa investigación arqueológica posterior.
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El estudio, titulado “La niña inca del volcán Quehuar: Isótopos estables que dan pistas sobre su origen geográfico y dieta estacional, con supuesto consumo de algas”, fue realizado por científicos de la Université Claude Bernard en Lyon y del Conicet en Argentina. Los análisis isotópicos de su cabello y huesos revelaron no solo su dieta, que incluía algas, sino también un cambio en su alimentación hacia el maíz en los últimos meses de vida, lo que indica que fue preparada para el sacrificio.
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El hallazgo de la momia, junto con otros objetos rituales en el sitio, proporciona una visión profunda sobre las creencias y prácticas de los incas. La estructura ceremonial en la que fue encontrada sugiere que el lugar era utilizado para importantes rituales religiosos. La presencia de ofrendas como textiles, utensilios y alimentos resalta la conexión entre lo espiritual y lo terrenal en la cultura inca. A medida que se avanza en la investigación, el estudio de esta joven inca continúa ofreciendo valiosos testimonios sobre la vida en esta fascinante civilización antigua.