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Economía > ¿Oportunidad o desacierto?

Créditos hipotecarios: economistas de San Juan no los recomiendan

Luego de que un banco anunciara el regreso de los créditos hipotecarios para construcción, compra y/o refacción de vivienda, economistas de San Juan opinaron sobre si conviene o no acceder a estas herramientas financieras.

25 de abril de 2024
Los últimos créditos hipotecarios se ofrecieron durante el Gobierno de Macri. (Foto: gentileza).

Tras el revuelo que generó en el mercado financiero la vuelta de los créditos hipotecarios por parte de un banco para la construcción, compra y/o refacción de viviendas, DIARIO HUARPE consultó a economistas de San Juan sobre la posible conveniencia o el perjuicio que podrían aparejar la toma de este tipo de herramientas, y la respuesta fue contundente: no los recomiendan.

Puntualmente, el Banco Hipotecario oficializó la implementación de dos líneas de créditos a treinta años, a las que se puede acceder 100% vía digital. Una es por hasta $250 millones y se destina a la construcción o adquisición de una vivienda, y la otra es para ampliación y refacción con un monto máximo de $ 125 millones. Ambas tienen una tasa de interés ajustada a la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA), la cual conlleva una proyección incierta que en este país se presume como una clara desventaja; está atada a la inflación.

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En este sentido, este diario dialogó con los economistas Pablo Padín y Luis Aveta, quienes coincidieron al opinar sobre la nueva, pero no desconocida oferta que propone esta entidad bancaria, y ambos fueron categóricos al asegurar que estos créditos traen más dolores de cabeza que soluciones.

Pablo Padín. (Foto: archivo DIARIO HUARPE).

"Considero que todavía no es momento de tomar un riesgo así, a no ser que los ingresos del solicitante estén indexados a la inflación. Si sos un trabajador en relación de dependencia, que está atado a los convenios colectivos, estos créditos no son una solución. Por el contrario, es muy riesgoso tomar una deuda que avanza a un ritmo distinto que el salario”, sentenció Padín.

En esa misma línea, argumentó que la gran complicación se encuentra en que el interés esté ajustado a la tasa UVA, lo cual en la actualidad resulta inconveniente debido a la volatilidad que tiene el peso y la inflación. Asimismo, destacó que el antecedente más cercano de estos créditos se dio en el año 2015 durante el Gobierno de Mauricio Macri, lo que no dejó gratos recuerdos a quienes hicieron uso de los mismos.

“Desde el 2015 hasta hoy, el poder adquisitivo de los trabajadores se redujo en al menos un 40%. En ese momento la gente confió en que la inflación bajaría, pero ocurrió todo lo contrario y no paró de multiplicarse. Es decir, quienes sacaron una hipoteca que consideraban prometedora en ese entonces, hoy se ven ahorcados para pagarla porque sus ingresos no van en sintonía con los aumentos de tasa que impone este tipo de créditos”, aseveró.

Además, hizo hincapié en el gran riesgo que conlleva el no poder afrontar el pago de los mismos y generar una deuda irreparable. Según explicó Padín, el mayor peligro de los créditos hipotecarios radica en que la garantía que no es solidaria -no existe la figura de un tercero como garante- y, por ende, la única garantía es el inmueble.

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Esto significa que, en caso de no poder pagar, el banco ejecuta la vivienda y la remata por un valor inferior del que costó. Es decir, ni siquiera quedándose sin hogar, el solicitante habrá saldado su deuda, sino que además de haber perdido su propio capital inicial, también seguirá debiendo el dinero restante que no alcanzó a ser abonado con el remate de la propiedad.  

En sintonía, Aveta aseguró que el regreso de los créditos hipotecarios “es la misma historia que en la época de Macri”, y advirtió que su promoción es engañosa, dado que ilusionan a la gente con cuotas iniciales bajas, pero que atadas a la inflación, en un futuro cercano se vuelven “impagables”.  

 Luis Aveta. (Foto: archivo DIARIO HUARPE).

No los recomiendo en lo más mínimo, he visto a mucha gente sufrir porque no tiene cómo pagar los aumentos. Solo un senador o alguien que tenga sus ingresos dolarizados puede afrontar el pago”, enfatizó.

Por otra parte, pese a las desventajas mencionadas, pronosticó que la gente accederá igual a estos préstamos por una cuestión de desinformación. “Los bancos lo venden como un regalo, con una cuota inicial accesible y sumamente baja para lo que maneja el mercado, pero el problema es que los salarios no se actualizan de igual modo”. A su vez, señaló que el regreso de esta herramienta no significa que el país esté mejor, sino que los bancos no tienen a quién prestarle, ya que el Estado no toma deuda y, por ende, no les queda de otra que ofrecer estos créditos engañosos a la gente”.

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