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Animales abandonados en el asentamiento erradicado en San Juan
Fueron alrededor de cinco proteccionistas voluntarios que llegaron por sus propios medios a realizar un relevamiento de los animales que quedaron en los ranchos erradicados de Pocito.
El pasado lunes 4 de septiembre, el Gobierno provincial hizo la entrega de 788 viviendas para las familias que fueron afectadas por el terremoto del 18 de enero de 2021. Las viviendas fueron entregadas en el barrio Las Pampas, en Pocito. Para esta gestión, San Juan recibió al presidente Alberto Fernández. El problema es que muchas de estas familias que fueron reubicadas no tenían los medios para transportar a sus mascotas, sumado a que, debido al despliegue del operativo para trasladar a las familias, muchos animales se asustaron y terminaron perdidos. Es por eso que un grupo de proteccionistas independientes llegó a realizar relevamientos para encontrar animales perdidos, enfermos o abandonados.
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Hasta el momento, según los proteccionistas, son casi 50 animales, entre perros, gatos y gallinas, que tuvieron que ser intervenidos porque padecían algún tipo de enfermedad. Los principales problemas de los animales son desnutrición y sarna. Es por eso que los proteccionistas llevaron alimento y agua para las mascotas que no pudieron ser trasladadas.
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Los proteccionistas Jésica Guardia, Emilia Merino y Luciano Castro, más algunos colaboradores, hicieron el traslado de algunos animales hasta la sala veterinaria de urgencia que coopera con ellos comúnmente.
“Ahora estamos esperando que los sanjuaninos quieran adoptar a las mascotas que han sido estabilizados y que no tienen dueño”, explicó Guardia.
Por otro lado, no estaban conformes con el trabajo de la Secretaría de Ambiente, autoridades con las cuales DIARIO HUARPE intentó comunicarse, pero no obtuvo respuesta alguna. Cabe resaltar que en el lugar había dos transportes de Ambiente, pero los proteccionistas explicaron que solo estuvieron para “figurar”.
En este sentido, los proteccionistas seguirán haciendo relevamientos para esperar a perros o gatos que hayan huido por el movimiento repentino de las familias y una vez que regresen, controlar las condiciones en las que se encuentren y estabilizarlos para darlos en adopción.