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Caso cura Walter Bustos: otro tribunal ratificó la pena de 10 años de cárcel
El tribunal de impugnación ratificó la condena de 10 años de cárcel para el cura Walter Bustos, quien enfrenta cargos por abuso sexual agravado. La defensa del cura podría recurrir a la Corte Suprema.
POR REDACCIÓN
Este martes, Walter Bustos, el sacerdote condenado por abuso sexual, recibió un revés judicial. El tribunal de impugnación que revisó su condena, compuesta por Maximiliano Blejman, Ana Lía Larrea y Renato Roca, ratificó la pena de 10 años de prisión impuesta por el tribunal anterior en octubre de 2024. La defensa de Bustos ahora enfrenta el desafío de llevar su caso ante la Corte Suprema de Justicia para buscar un nuevo giro en el caso.
La causa contra Bustos estuvo marcada por idas y vueltas judiciales. En octubre del año pasado, el sacerdote había sido absuelto por el beneficio de la duda, pero la situación cambió drásticamente cuando el tribunal de impugnación emitió un fallo dividido, condenándolo a 10 años de prisión. Mientras los jueces María Rosso de Balanza y Martín Heredia Zaldo votaron a favor de la condena, el juez Benedicto Correa discrepó y consideró que debía ser absuelto.
Este “empate técnico” dio lugar a una solicitud de revisión horizontal, un recurso legal cuando un tribunal de impugnación revoca una absolución, el cual fue concedido en marzo de 2025. Sin embargo, en la audiencia de revisión, los magistrados del nuevo tribunal ratificaron la condena original.
El proceso judicial de Walter Bustos fue largo y complicado. El 15 de abril de 2024, Bustos salió de la sala judicial sonriente, luego de que fuera absuelto por el beneficio de la duda. En esa ocasión, el sacerdote defendió su inocencia, asegurando: “No soy un pervertido, ni ningún abusador. No se lo deseo a nadie”.
Sin embargo, a los pocos días, la Corte de Justicia de San Juan ratificó la condena inicial contra Bustos por abuso sexual agravado, reduciendo su pena de 1 año y 8 meses a 3 años de prisión condicional. Los hechos se basaron en la acusación de abuso sexual en su rol como ministro de culto.
Poco después, surgió una nueva denuncia contra Bustos, alegando que se había comunicado con los familiares de la primera víctima. Aunque la acusación fue desestimada, la sombra de nuevas acusaciones seguía persiguiendo al sacerdote.
El punto culminante del caso ocurrió el 8 de octubre de 2024, cuando el tribunal de impugnación revirtió el fallo anterior y lo condenó a 10 años de prisión, por abuso sexual agravado y corrupción de menores, dos delitos cometidos en concurso real.
El día de la lectura del fallo, Bustos, visiblemente conmocionado, se despidió de su familia antes de ser conducido a la alcaidía, con las manos esposadas, marcando el fin de una etapa en su batalla judicial.