Día del Maestro: La pasión por enseñar la llevó de vuelta a su pueblo

El Día del Maestro se celebra cada 11 de septiembre en la Argentina en honor al fallecimiento del educador de América, el sanjuanino Domingo Faustino Sarmiento, que fue en el año 1888. En San Juan, esta profesión se vive a flor de piel y miles de maestras y maestros ejercen su vocación de la mejor forma. Una de ellas es la joven Valeria Herrera, quien trabaja en una escuela de un pueblito de La Planta en Caucete, que cuentan con solo 54 alumnos en su curricula. Alejados de la ciudad, solo cuentan con wifi para conectarse con su entorno y los maestros deben quedarse toda la semana en el establecimiento para poder enseñar. Herrera habló con DIARIO HUARPE y mencionó cómo es enseñar en una escuela rural.

La escuela República de Bolivia ubicada a 142 kilómetros de la ciudad de San Juan.

Valeria contó que ella es oriunda de la localidad de Marayes, Caucete, y ha estudiado en una escuela rural. Para finalizar sus estudios, tuvo que mudarse al centro de Caucete y allí terminó el secundario para comenzar el profesorado de educación inicial. “Cuando me recibí, da la casualidad de que mi primer trabajo y cargo, lo tomo en una escuela rural, situada en un pueblito más alejado de Marayes, llamado La Planta. La escuela se llama República de Bolivia, que es donde trabajo desde el 2021”, explicó.

Afortunadamente, Valeria al ser oriunda de Marayes, tiene su casa en la localidad y no son muchos los kilómetros que tiene que recorrer. “Yo vengo en moto y son cuatro kilómetros en ruta y después hay que ingresar por una huella y hacer tres kilómetros más porque el pueblo está bien metido”, especificó.

“Actualmente, tenemos 54 chicos en total en toda la escuela. Yo estoy a cargo de nivel inicial, de la salita de 4 y 5 años que está integrada por la poca matrícula y son siete alumnitos. Los chicos son de ahí del pueblo”, dijo Herrera.

Los chicos tienen jornada completa, por lo que reciben el almuerzo en la escuela.

Hoy en día, la escuela cuenta con todas las comodidades: luz, agua, calefacción, ventiladores e internet; pero esto no siempre fue así. La joven maestra recordó que un par de años atrás la escuela no tenía luz, tampoco agua potable y, debido a la lejanía con la ciudad, el pueblo no cuenta con señal de línea, por lo que la única forma de estar comunicados es a través de wifi. “Gracias a Dios hoy se puede disfrutar, ya tenemos la escuela climatizada, tenemos ventiladores para los días de calor, prácticamente es un hogar”, agregó.

La seño Valeria, junto con los demás profesores de la institución.

Siendo un ejemplo de vocación y dedicación por lo que hacen, los docentes que acuden a esta institución cumplen un horario de 8:30 horas hasta 16:30 horas. Luego de las horas designadas, los educadores rurales deben quedarse en la institución, que cuenta con una habitación para hombres y una habitación para las mujeres que pasan toda la semana en la escuela. “Los días viernes se van a sus casas”, mencionó la docente.

Valeria Herrera es un ejemplo de vocación y amor por su profesión.

Por último, agregó que la escuela ha tenido grandes avances con la incorporación de los servicios. “Las planificaciones antes las teníamos que hacer a papel. Ahora contamos con una computadora donde mandamos la planificación a los directivos, ellos la corrigen y de ahí nosotros damos las clases con esos contenidos”, finalizó. Sin dudas, este es un ejemplo de vocación y amor por lo que hacen; la entrega a enseñar a quienes serán el futuro de la comunidad sanjuanina.