Faltan 24.000 aulas para los jardines de infantes en el país

Según un estudio del Observatorio Argentinos por la Educación, en el país faltan 24.000 aulas para salas de jardines de infantes de 3, 4 y 5 años. Este dato preocupa a los expertos porque el faltante de aulas puede limitar el acceso de los niños a este nivel educativo que resulta clave a la hora de analizar la trayectoria escolar de los alumnos en Argentina. 

Si bien en los últimos años se avanzó en la construcción de aulas para jardín de infantes, aún se necesitan al menos 24.202 nuevas secciones para garantizar la cobertura en las salas de 3, 4 y 5. El mayor déficit se encuentra en sala de 3, donde hacen falta 17.399 aulas; mientras que en las salas obligatorias la deuda es menor: faltan 5.144 aulas en sala de 4 y 1.659 en sala de 5.

Estos datos surgen del informe “Importancia del nivel inicial: evidencia, costos y desafíos pendientes”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, que tiene como autor a Martín De Simone especialista en el Banco Mundial, Martín Nistal y Leyre Sáenz Guillén por el Observatorio.

Las investigaciones disponibles muestran que la construcción de jardines de infantes aumenta la asistencia a los mismos. Pero cuánto costaría hacer estas instalaciones, para estimar el costo de construir las aulas necesarias para que todos los niños y niñas de 3 a 5 años puedan asistir al jardín, los autores tomaron dos escenarios.

En la primera situación se prevé que solo es necesario construir aulas y no escuelas completa con direcciones, baños, secretarias. En este caso se trabaja con la premisa de que se sumarían aulas en un edificio escolar ya existente. 

La segunda alternativa supone que se necesita construir las escuelas completas. El primer escenario costaría 2,13% del gasto anual en educación consolidado entre la Nación y las provincias del año 2021, mientras que el segundo costaría el triple: 6,66%, unos 2.118 millones de dólares. Esto equivaldría a incorporar alrededor de 521 mil alumnos por año al sistema educativo.

De acuerdo a este estudio, que se basa también en anteriores investigaciones sobre el impacto del jardín, los autores encontraron evidencia de que la asistencia al jardín de infantes mejora los rendimientos en Lengua y Matemática en la primaria, aumenta las tasas de permanencia en la escuela e incrementa el número de años escolares completados.

A esto se suma que mejora la disciplina escolar, reduce las tasas de abandono, mejora la probabilidad de graduarse de la secundaria y acrecienta la probabilidad de matricularse en la universidad. Además, a largo plazo se asocia con una menor probabilidad de ser encarcelado y mayores ingresos en la adultez.

“La educación inicial es un derecho, pero sabemos que eso, lamentablemente, no suele ser suficiente para promover inversiones en el sector. En el documento mostramos que, además, la educación inicial es una inversión inteligente. Tiene retornos altísimos, tanto individuales como sociales, y tiende a beneficiar más a los más vulnerables. En otras palabras, si bien el costo de expandir la oferta de educación inicial no es menospreciable, se trata de una inversión que, con el tiempo, se paga sola”, explicó De Simone, uno de los autores del informe.