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La fiesta inclusiva de Halloween que causó furor en San Juan
Promoviendo la inclusión y diversidad, tres centros terapéuticos privados y la Cámara de Discotecas de San Juan celebraron una fiesta de Halloween en un boliche muy conocido.
Por Angel Ligorria
En las vísperas de Halloween, más de 200 sanjuaninos disfrutaron de una fiesta inclusiva en el boliche Quattro. El festejo fue organizado por tres centros terapéuticos privados, junto a la Cámara de Discotecas de San Juan (Cadisa) para brindarle una salida recreativa a jóvenes con discapacidad intelectual, promoviendo la inclusión y diversidad.
El mes pasado hicieron un evento similar y con el mismo objetivo, para celebrar la llegada de la primavera a modo de prueba piloto. Debido a que la propuesta fue un éxito, decidieron repetirla, en los días previos a Halloween. Se trata de una jornada de boliche para chicos con discapacidad que organizan los centros educativos y terapéuticos privados Nuestra Señora de la Paz, Pertenecer y Lazos que buscan generar igualdad e integración hasta en las actividades recreativas.
“Esta segunda fiesta surge en función de las necesidades y el pedido de los jóvenes con discapacidad para que se hiciera este festejo. Para nosotros es una gran satisfacción que los chicos puedan venir a pasar una tarde distinta porque aquí se ve el trabajo mancomunado con las familias, el transporte y todo lo que genera la organización de este evento”, relató la licenciada Mariela Agüero, representante legal de los tres centros terapéuticos.
Durante cuatro horas, más de 160 chicos pudieron disfrutar de una jornada bailable junto a sus acompañantes terapéuticos e incluso familiares que se sumaron a disfrutar de la experiencia recreativa.
“Cadisa, la Cámara de Discotecas de San Juan, es la que nos promueve mucho este espacio y su colaboración es muy importante. Les interesa visibilizar más el tema de la discapacidad y para nosotros realmente es una gran satisfacción poder contribuir y poder articular con ellos”, agregó Agüero.
Además de poder bailar al ritmo de la música de los DJ que animaron la jornada, los chicos contaban con un servicio especial en la barra donde disponían de un vaso grande de gaseosa o jugo para refrescar las gargantas y un pancho para vivir una experiencia bolichera 100% agradable. Cabe destacar que la entrada era gratuita.
El trabajo de terapeutas y profesores
La función de los casi 40 terapeutas y profesores que estaban en la fiesta era acompañar y asistir a los jóvenes en el lugar para que se puedan integrar y hagan amistades con chicos de otras instituciones. “Esperamos que se sigan generando este tipo de eventos porque nos hace bien todos. Ellos se sienten parte de algo tan lindo, que es el disfrutar bailar y tienen mucha ansiedad antes de la fiesta y también a la salida, cuando no quieren irse”, afirmó Paula Márquez, profesora del Hogar de Vida Juan XXIII.