Provinciales > El saldo de nochebuena
Navidad en San Juan: por la pirotecnia, reportaron perros perdidos y lastimados
Los proteccionistas deberán trabajar doble turno este 25 de diciembre, porque los festejos dejaron un saldo negativo en los animales.
POR REDACCIÓN
Los festejos de Navidad no dejaron heridos humanos, pero sí entre los peluditos. Es que según detalló el proteccionista Luciano Castro, están trabajando desde la madrugada asistiendo animales de toda la provincia que se perdieron o lastimaron debido al miedo que les causó la pirotecnia.
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“Tenemos perros perdidos de raza o mestizos, que se escaparon en los festejos”, explicó el voluntario. “Donde hay más en Capital, sobre todo Concepción, Rawson, Rivadavia y Chimbas, aunque hay de todos lados”, agregó el joven.
Desde las primeras horas del 25, debido a que Luciano es conocido por su labor como proteccionista, empezó a recibir fotos y datos de personas que buscaban a sus mascotas extraviadas. Pero además, casos de perros que encontraban en la calle asustados y con heridas, que tanto él como otros voluntarios tuvieron que buscar y resguardar.
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“Ahora tenemos dos retenidos que estaban muy asustados”, explicó Luciano este domingo al mediodía. Se trata de dos de los cuatro perros que sufrieron heridas, la mayoría cuando intentaba escapar del sonido de la pirotecnia.
Los animales no tienen heridas de gravedad, pero la mayoría tenía algunos cortes debido a que trataron de escapar, uno de ellos se mordió y lastimó profundamente la lengua y otro intentó morder un petardo cuando explotaba.
Desde hace días proteccionistas estaban pidiendo cuidar a las mascotas y también asociaciones de personas con autismo. Las campañas apuntaban a no utilizar pirotecnia de estruendo y, en cambio, no comprar o solo usar luces.
Durante las fiestas los animales quedan solos durante unas horas si los dueños se reúnen en otra casa y cuando llega la medianoche, sufren con el sonido de la pirotecnia. No todas las mascotas pueden recibir algún sedante, debido a la raza o edad. E incluso perros y gatos que nunca sufrieron con el sonido pueden desarrollar terror de un año para el otro.