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Capital: condenan por segunda vez por abuso a un profesor de matemática
Condenaron por segunda vez por abuso sexual a un profesor de matemática de Capital. Fabián Alejandro Alfaro podría estar hasta 10 años en el Servicio Penitenciario Provincial.
POR REDACCIÓN
La Justicia de San Juan condenó por segunda vez por abuso sexual a un profesor de matemática particular de Capital. Se trata de Fabián Alejandro Alfaro, que esta vez manoseó a una niña de 11 años que fue a su casa del barrio Frondizi a tomar clases. El hombre, con la segunda sentencia en su haber, podría pasar alojado hasta 10 años en el Servicio Penitenciario Provincial. Todo depende de que la última resolución quede firme.
La jueza María Gema Guerrero dictó una sentencia de siete años de cárcel para Alfaro tras concluir el juicio. Cabe destacar que es el segundo debate que se lleva a cabo por el mismo hecho, pues el primero terminó siendo anulado por pedido de la abogada defensora Sandra Leveque.
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En aquella ocasión, había sido condenado a la pena de cuatro años de cárcel, pero por una irregularidad en la realización de la Cámara Gesell, el procedimiento quedó nulo.
Guerrero decidió condenar al profesor de matemática particular por resultar autor penalmente responsable del delito de abuso sexual simple reiterado agravado por ser encargado de la educación en calidad de autor material. También ordenó la prisión preventiva en el penal de Chimbas hasta que la sentencia quede firme.
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Asimismo, la jueza revocó la condicionalidad de la primera condena de tres años de cárcel en suspenso, por un caso de características similares.
El hecho
La investigación se inició en el mes julio de 2022, luego de la recepción de la denuncia radicada por una psicóloga de Dirección de Niñez Adolescencia y Familia.
La fiscal Ingrid Schott, de Anivi, acreditó con la investigación que cuando la niña tenía 11 años de edad, en el 2016, fue ultrajada por Alfaro, cuando concurría al domicilio del barrio Frondizi, departamento Capital, justamente a tomar clases particulares de matemática. En dichas ocasiones, Alfaro aprovechó el vínculo creado con la adolescente por ser su profesor, para tocarle con sus manos los pechos, vagina y cola por encima de la ropa.