Alarmante: las ventas minoristas pymes cayeron un 15,7% en julio

Las ventas en el sector minorista vienen en baja y, pese a que la baja de este mes fue menor a la de junio, siguen sin recomponerse. Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas pymes descendieron un 15,7% anual en el mes de julio. Los sectores más afectados fueron los rubros de perfumerías y farmacias.

Uno de los principales problemas que registraron desde la institución que realizó las métricas fue que el comercio tiene un faltante en las ventas. Por otro lado, la otra problemática es el alto costo de la producción. Las empresas reclaman la necesidad de reducir los impuestos nacionales, provinciales y municipales para devolverle rentabilidad al sector.

Todos los rubros han presentado una caída en sus ventas, pero los que más sintieron la caída fueron las perfumerías y las farmacias con los medicamentos. Con respecto al primer rubro, presentó una caída del 32,6%, mientras que el de las farmacias fue de un 26,4%.

El descenso de las ventas en la perfumería fue del 32,6% anual, a precios contantes y en medida intermensual, la merma fue del 2,4%. Este sector prácticamente no tuvo grandes ventas en julio e incluso hubo poca gente consultando en los negocios. Los perfumes y fragancias salieron muy poco, además de que los cosméticos y maquillaje de marcas no fueron vendidos por los precios rezagados.

En el rubro de las farmacias, las ventas retrocedieron un 26,4% en julio y acumulan un 29,2% en los primeros siete meses. La baja más importante se dio en la descontinuación de la venta de suplementos y vitaminas no esenciales. También los medicamentos de venta libre para afecciones menores como analgésicos de laboratorios caros, remedios para el resfriado de marcas Premium y otros artículos y accesorios que se comercializan en la farmacia como termómetros digitales, nebulizadores y humificadores.

Otros rubros

Alimentos y bebidas

Las ventas disminuyeron un 20,9% anual en julio en precios constantes. Las bebidas fue el sector más golpeado. Se dio en este mes que la gente aprovechó las ofertas de los supermercados mayoristas y decidió volcar su dinero ahí. Además, optaron por segundas o terceras marcas o adaptó sus comidas a platos más económicos y rendidores. En carnes, por ejemplo, hubo una merma fuerte, en todas las variedades, mientras que en el rubro almacén, fideos, arroz, polenta, fueron productos más buscados que lo habitual.

Bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles

El descenso fue del 16,1%. Las ventas no repuntan porque los consumidores consideran que no es un rubro prescindible. Lo que más se vendió en ese rubro fue la parte de blanco, como sábanas, toallones y cortinas. En cambio, tuvieron escasa demanda las mueblerías, los locales de decoración, mientras que, en bazar la venta se orientó a pequeños productos, con compras más de paso que planificadas. Es decir, la gente no salió a comprar, sino que pasó y adquirió.

Calzado y marroquinería

El descenso fue del 8,8% anual y suma así una caída de 11,6% en lo que va del año, frente al mismo periodo de 2024. En calzado, los más afectados fueron aquellos considerados no esenciales o de lujo, como los zapatos de alta gama, los de diseño exclusivo y los de moda. Los más prácticos y necesarios, como los zapatos escolares, los de trabajo, y los deportivos básicos y tuvieron más salida.

Ferretería, materiales eléctricos y materiales de la construcción

Las ventas disminuyeron 11,1% en julio. El sector continúa sin mostrar signos de recuperación, manteniéndose gracias a pequeñas obras, reparaciones y algunos cambios de electrodomésticos. Las personas están retrasando decisiones de compra de artículos más caros, por falta de crédito en las tarjetas o por temor a su situación laboral. En el ramo eléctrico se vendieron muchas lámparas de bajo consumo.

Textil e indumentaria

Las ventas cayeron 3,8% anual en julio. Los comercios tienen que realizar liquidaciones para adquirir la nueva temporada. Por otro lado, hay mucha estabilidad con los precios, por lo que la gente adquiere nuevas prendas, financiándola en cuotas con tarjetas u otros medios de pago. En algunos casos reportaron hasta 90% de sus operaciones con plásticos. Las mayores ofertas fueron por ventas en efectivo por la necesidad de hacerse de liquidez. En los negocios manifestaron la preocupación sobre qué sucederá con la ropa de la nueva temporada, si no comienza a reactivarse el consumo.