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El INV analiza la desalcoholización de vinos, una tendencia mundial
Carlos Tizio, el nuevo presidente del INV aclaró que si la industria solicita vinos sin alcohol, es porque es un mercado que interesa.
POR REDACCIÓN
Durante la jornada del miércoles, las autoridades del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) mantuvieron una importante reunión con representantes de Bodegas Argentinas. En dicha reunión, escucharon las necesidades del sector y salió a relucir un insólito producto que es tendencia en el mundo, el vino sin alcohol.
Carlos Tizio, el nuevo presidente, y funcionarios de las áreas técnicas del organismo abrieron la comunicación con el sector para trabajar en conjunto en lo que se requiera, como por ejemplos, las modificaciones que puedan agilizar trámites y desregular procesos. Desde el INV se insistió en la importancia de la responsabilidad empresarial para el crecimiento del sector vitivinícola argentino.
A una semana de su asunción y aun sin un vicepresidente, dialogó con una radio mendocina y celebró el retiro de las exportaciones en la Ley ómnibus.
Tizio presidió la institución desde el 2016 hasta el 2020, recordó que en su gestión anterior “se digitalizó la mayoría de los trámites, uno muy importante fue la ventanilla única de comercio exterior, se hace un trámite directo. Se trata de hacer fácil la vida al cliente”.
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Reconoció que “hay una serie de actividades importantes para agilizar” y expresó: “Estamos estudiando algunas cosas, la actualización de desalcoholización por distintos métodos, porque hay una tendencia muy importante en el mundo de los vinos con 0% de alcohol”.
“Si la industria lo solicita, es porque es un mercado que interesa”, señaló.
Al finalizar, comentó que la única incumbencia que tiene el INV es asegurar que no tenga ningún problema para la salud del consumidor. De esta manera, Tizio remarcó que “el INV es reconocido en todo el mundo por las certezas en sus análisis, por la confiabilidad”.
Cómo bajar el nivel de alcohol
La elaboración del vino tiene como paso fundamental la fermentación, que es el proceso donde las levaduras convierten en alcohol el azúcar presente en el jugo de las uvas. Tanto los vinos de baja graduación alcohólica como los desalcoholizados atraviesan este proceso, pero requieren medidas extra (por llamarlas de alguna forma) para reducir o eliminar el porcentaje de alcohol.
La de hacer vinos sin alcohol (desalcoholizar) es una opción; la otra es optar por cosechar más temprano, en momentos en que la uva todavía no ha acumulado en su interior tantos azúcares que luego en la fermentación se convertirán en alcohol.
Fuente: Mendoza Radio