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Lo que sigue para Uñac y Orrego

Pasaron las elecciones y los resultados pensados analíticamente tienen varias miradas, pero ninguna puede escapar de la necesidad de diseñar el futuro, aunque ambos deben tener estrategias distintas.

Pasaron las elecciones y los resultados pensados analíticamente tienen varias miradas, pero ninguna puede escapar de la necesidad de diseñar el futuro, aunque ambos deben tener estrategias distintas.

Dicho así, parecería que no existe amalgama alguna para realizar el mismo análisis, pues disiento. Entre ambos, hay un común denominador: El Liderazgo. La “amalgama” en ambos se presenta con distintas acepciones.

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Para Uñac le cabe justo la gramatical, es decir, a la forma coloquial de observar y trabajar sobre la coalición, pero con una observación que supera la jurisdicción local.

Para Orrego, le cabe a medida la mejor que le pudiera tocar y que le sonará muy fuerte en las fibras íntimas: la odontológica; porque tiene la necesidad de liderar la “restauración” del partido. Ahora veamos como debiera funcionar esa amalgama para ambos.

Uñac al Gobierno. Gioja al Partido

Para el caso de Uñac, su liderazgo es indiscutible, tiene una razón pragmática: Es el Gobernador y por lo tanto el dueño de todos los cargos. Eso también manda en política, aunque suene “feito” es así. Una muestra clara fue la actitud “irresponsable socialmente” pero “políticamente adecuada” de los presidentes de las juntas barriales de Capital, que dieron apoyo total a Aranda, y luego por obra de la magia, aparecieron como candidatos y hoy concejales electos con Baistrocchi.

Esa es la demostración de lo que es la política. Ni buena ni mala, es así. Ser concejal de la Capital, ganar como cien lucas mensuales, y hacer uso de los privilegios que otorga este nivel político, ¿lo justifica?. Vamos a algo más importante y no tan dañino como lo anterior, en realidad, no los se, mejor mídalo Usted.

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En días adelante habrá elecciones nacionales y el candidato del PJ por acuerdo preexistente, será José Luis Gioja. Entonces pregunto: ¿Qué pasará si gana con el 60% de los votos?. El “círculo del café” (Dícese de aquellos que arman y destruyen el país, la provincia y a la sociedad sentaditos en la confitería, pero que son escuchados por los que ejercen la política), ya están diciendo que si esto pasa, Uñac se vería en la obligación de entregar el partido, que su posibilidad de mirar a la Nación ha fenecido, que si gana Alberto es presidente no manejará nada, etc. etc.

En pocas palabras: Que tendría que entregarle el poder a Gioja ! Si, una locura bárbara.

Uñac, tiene el desafío comunicacional y de actitud de mostrar su liderazgo, su posibilidad de mirar a la Nación está latente, sólo que la estrategia debiera tener un pequeño golpe de timón. ¿Sacó menos cantidad de votos de Gioja?

Si, pero hay una gran diferencia. Esta fue la primera elección que sólo se ponía en consideración la gobernación sin el arrastre del voto a presidente, que a José Luis le fue favorable por el arrastre K.

Si piensa distinto lo acepto, pero le pido que mire lo que pasó en Rivadavia, polo importante del voto K puro encolumnado detrás de Peto Godoy. Ese voto jamás votará a Uñac, y por eso tampoco lo votó a Delgado.

Conclusión, si Gioja saca más votos que Uñac; nada debe pasar porque la situación es incomparable, no se deje llevar por la borra de los del “círculo del café”.

Desafíos inmediatos para Uñac

Ahora Sergio, tiene un laberinto interesante. Debe empoderar políticamente a Gattoni, quien tiene buena madera en ese perfil. Debe decidir que hacer con Hensel, que por ahora es más necesario que nunca que permanezca en el ministerio de minería, antes que ser diputado. Por supuesto, no ocupar su lugar, para tener siempre latente la línea de mando en la gestión de gobierno. Son sus alfiles, y no puede permitir que un caballito y menos aún un peón les de un golpe fatal.

Eso se viene para Sergio Mauricio pensando en el y así que debe hacerlo, porque es el líder natural local del PJ.

Corregir los errores que dejaron las elecciones pasadas, también es su desafío inmediato. No dejar escapar a nadie que sea valioso sobre todo técnicamente, y correrse un poco del círculo cerrado de la política, porque eso crea burbuja y te lleva al fracaso, o al menos a obtener un resultado menor que el esperado.

Orrego y su amalgama como desafío

Por el lado de Humberto Marcelo Orrego el desafío es totalmente distinto, y está muy lejano de ser la candidatura a diputado nacional, que le puede ser útil, pero no es el objetivo en si mismo, y según se deduce, esto lo tiene bien claro.

Su liderazgo también es vigente y luego del resultado eleccionario adquirió una firmeza indiscutible. El 35% sin arrastre de una elección presidencial, habla de una posición inmejorable para poner en acción su “amalgama odontólogica”, y comenzar a reconstruir.

Tiene a su lado, a un estratega político como Fabián Martín, a quien debe escuchar porque Martín no es de aquellos que se encierran con el “Diario de Irigoyen”, muy por el contrario, es de los que escucha y abre ojos estratégicos.

Se le fueron los Campos, símbolo exacto de la política que no puede sobrevivir si quiere crecer. Le hicieron un favor. Pero también le quedaron vestigios de una acción contenedora que el Partido Producción y Trabajo tuvo como acción errónea siempre. El “dejar ir” a los dirigentes propios, o el “entren sin problema” a los extraños se ha pagado con la desaparición de la mística interna de hacer política.

Tiene un gran baluarte, su compañera de fórmula Susana Laciar, quien, sin tener una fuerte raigambre territorial, presenta la credencial de la transversalidad interna, algo que ahora es fundamental para reconstruir, y además con capacidad intelectual demostrada y que se necesita para diseñar las bases de la estrategia de lo que viene.

También está cerquita Sergio Miodowsky, que ahora le toca ampliar su mirada y encender las luces alta de su accionar. Su hermano el Gringo, hoy intendente electo de Santa Lucía, tiene la necesidad de elevar aún más la vara del éxito de la gestión anterior, es capaz, porque en  realidad fue artífice principal del éxito anterior.

También hay emergentes con votos, como el caso de Aguirre en Albardón, que habrá que mirar, acompañar y contener para no contener errores históricos. En la capital un gran desafío se viene. La retirada de Colombo no debe ser un problema para el, es otro partido. El desafío es aportar a la nueva construcción propia que renació de la mano de Guido Romero, quien se mostró políticamente correcto, con capacidad y lealtad.

También deberá mirar a otros horizontes, en donde quedaron algunos vestigios de decisiones erróneas que pueden justificarse por el momento vivido, pero que ahora requieren un cambio.

En conclusión, Marcelo debe construir, construir y construir. Para eso hacen falta una diversidad de materiales en donde ninguno es más importante que otro, porque poner un ladrillo sobre otro sin el cemento que los una hará que la pared no tenga sustento.

Así debe hacer, respetar la territorialidad, poner en la mesa la capacidad, tener muy cerca la transversalidad, escuchar la intelectualidad; y fundamentalmente abrazar a propios y ajenos para que estos últimos, al cabo de cuatro años sean bien propios.

Miremos la política

Esta elección pasada dejó una democracia viva. Los números fueron buenos para eso. Los desafíos son distintos, el objetivo similar, la estrategia incomparable. Se vienen momentos interesantes para observarlos con detenimiento y atención. Usted dirá, ¿y eso que nos importa?. Yo le contesto que debe importarle y mucho. Porque será siempre la política la que decida su presente y construya su futuro.

 

 

 

 

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