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Departamentales > En 25 de Mayo

Natalia, la costurera que hizo casi 3.000 barbijos para sus vecinos de Tupelí y alrededores

"He visto que casi todos han golpeado la puerta para pedir la protección de un tapabocas", cuenta.  

08 de mayo de 2020

"Me llena el alma saber que estoy ayudando a alguien", dice Natalia Heredia, quien desde que se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio para frenar el avance del coronavirus hizo 3.000 barbijos para sus vecinos de Tupelí y alrededores en el departamento de 25 de Mayo.

"Mi herramienta de trabajo es la costura. Desde muy chica empecé con esto, ahora me estoy dedicando a la alta costura. Cuando surgió esto de la pandemia y se desató lo que es la cuarentena tomé la decisión de hacer barbijos", le cuenta Natalia a DIARIO HUARPE.

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La mujer de 42 años tenía material guardado y con eso le alcanzó para hacer los miles de tapabocas para el personal del centro de salud de su localidad, para la policía y los vecinos.

"Después vi una publicación que habían hecho en el Municipio en el que decían que necesitaban voluntarias para hacer barbijos para todo el departamento y me ofrecí de inmediato", explica Natalia. 

Desde la comuna le llevaron los materiales y ella propuso que se podía confeccionar un tapaboca de algodón reutilizable. 

En este sentido, Natalia sostiene: "Nosotros vivimos tan lejos de todo y es difícil conseguir un barbijo, además de que están bastante caros. Entonces propuse hacer uno reutilizable, que se le pueda colocar un filtro como una servilleta de papel y después lavar con agua y jabón".

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De esta forma, la costurera junto a otras 29 voluntarias para confeccionar tapabocas para todo el departamento. Y en esta tarea, también colaboraron sus tres hijos Laila, Manuela y Thiago y su esposo Javier Fernández, quienes cortan los moldes de los barbijos.

Sobre qué se siente colaborar en un momento de emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirius, Natalia dice que "al principio me invadió la incertidumbre y la angustia cuando pensé en mi mamá que es paciente oncológica y en mi hija que todos los años la cuidamos un montón cuando empieza el frío porque sufre del pecho".

"Hoy me siento feliz y me reconforta mucho ayudar a mi comunidad. En estos días he visto que casi todos los vecinos han golpeado la puerta para pedir la protección de un barbijo. Este aporte que hago para mí es un montón", concluye Natalia. 

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