Papu Gómez rompió el silencio y habló sobre el escándalo que cambió su carrera

La actualidad de Alejandro Gómez no parece propia de un futbolista campeón del mundo. Los mejores años de su carrera fueron en Atalanta, donde una pelea con el entrenador Gian Piero Gasperini lo obligó a alejarse; la siguiente estación en el fútbol fue Sevilla, donde también se despidió de una manera incómoda. Para colmo, ya sin lugar en la Selección Argentina se quedó sin ofertas y pensó en el retiro, hasta que apareció la oferta del modesto Monza.

A los 35 años cada vez mira con mayor firmeza la posibilidad de colgar los botines. No porque el físico así lo requiera, sino porque cada finalización de contrato se genera de una manera muy poco agradable. Sin ir más lejos en el último mercado de pases hizo público el deseo de retirarse para no terminar "amargado y acabado".

La Serie A, la MLS, el fútbol de Arabia Saudita, un viejo sueño de Juan Román Riquelme para que se ponga la camiseta de Boca, la liga mexicana y la ilusión de Independiente (club del cual es hincha) fueron algunas alternativas. Todo hacía pensar que Medio Oriente era la mejor opción, al menos desde lo económico, pero recientemente se encargó de confirmar por qué no accedió.

"Por un lado, lo de Arabia Saudita no era una oferta imperdible, una que te cambia la vida. Luego, cuando busqué en el atlas la ciudad donde debería haberme mudado, en medio del desierto, pensé: ‘gracias, pero no llevaré a mis tres hijos ahí", señaló en una entrevista concedida a Corriere della Sera de Italia.

Y de inmediato contó por qué se inclinó por el club actual: "Fue elección de toda la familia. Regresar a un país que conocemos bien fue la decisión ideal. Después de haber rescindido mi contrato con el Sevilla y haber rechazado una oferta de Arabia, pensé que me quedaría sin jugar hasta junio".

El conflicto que cambió su carrera

La salida de la Selección Argentina se dio en términos poco convencionales, a tal punto que fue señalado por el resto de sus compañeros por una supuesta macumba que atentó contra Gio Lo Celso (se lesionó) y le permitió meterse en la lista para ir a Qatar.

Sin embargo, el mayor conflicto fue en Bérgamo, donde una pelea con Gasperini lo alejó de su lugar en el mundo. "Somos adultos, se acabó todo. Han pasado dos años, esperamos volver a encontrarnos pronto y despedirnos", declaró.

Y cerró: "Después de ese episodio gané un Mundial, una Copa América y una Europa League. Por supuesto, dejar Bérgamo así no fue agradable. Sin embargo, la vida puede ser una locura: todos los títulos que he ganado llegaron tras mi abrupta despedida del Atalanta".