En un accidente aéreo en Valle Fértil, falleció Margarita Ferrá y el gobernador Gioja resultó gravemente herido

“Había ido con mi niño de 5 años a ver cómo despegaba el helicóptero cuando de repente vimos cómo la máquina pasaba por encima nuestro a unos 10 metros de altura y se estrellaba en el descampado lindante”, explicó Fernando Torres, un testigo involuntario de la tragedia área más grande de la historia institucional de San Juan.

Ante semejante situación, Torres corrió hacia el descampado donde yacía destruida la nave y al primero que vio fue al gobernador José Luis Gioja a unos metros de los doblados hierros.

“Él estaba a cinco metros, con los ojos abiertos, con la cara llena de tierra, muy confundido y shockeado”, aseguró el hombre de mediana edad.

“Lo primero que atiné a hacer es a agarrarle la mano y decirle que se tranquilice, que todo iba a estar bien, que ya llegaba la ambulancia, y él me apretaba fuerte la mano como diciéndome que entendía lo que le decía pero no podía hablar al parecer”, prosiguió el vallisto ,vecino de la zona de San Agustín.

“Por suerte los bomberos llegaron en un minuto o minuto y medio y más tarde la ambulancia”, concluyó la persona que fue el soporte anímico del gobernador de la provincia mientras zozobraba tras el accidente.

Pero ese momento límite para la persona más influyente de la provincia, y que aparejó la muerte de la diputada Margarita Ferrá de Bartol, comenzaba temprano en la mañana con una gira por el departamento de las sierras.

Una antena para telefonía celular en Ischigualasto, una agencia externa del INTA, pavimento y un salón de usos múltiples habían formado parte de la agenda de Gioja hasta las 14. Más tarde vendría un almuerzo en el municipio junto al intendente Francisco Elizondo y luego la despedida en micrófono con un premonitorio: “A los que tienen que volver a la ciudad, que Dios los acompañe”, rezó el jefe comunal.

A las 15.45, José Luis Gioja, junto al secretario de la Gobernación, Héctor Pérez, los diputados nacionales Daniel Tomas y Margarita Ferrá, y el piloto Aníbal Turis, despegaban en uno de los helicópteros de la provincia.

Ni bien alcanzaron a superar los 15 metros de altura, aparentemente por una ráfaga de viento, engancharon cables de alta tensión y arrancando los postes, pasaron por encima de Fernando Torres y su pequeño hijo y se precipitaron al suelo metros más allá.

Luego fue todo dominio de la improvisación de pobladores y de la prensa que llegó al lugar hasta que arribaron bomberos y ambulancias.

El gobernador, Pérez y Tomas habrían salido expulsados de la aeronave tras el impacto, Turis salió por sus propios medios mientras que Ferrá quedó atrapada entre los hierros retorcidos. Minutos más tarde todos fueron trasladados hasta el Hospital Alejandro Albarracín, a sólo dos cuadras del lugar de la tragedia.

Allí se constató el fallecimiento de la diputada Ferrá de Bartol y tras las primeras pericias médicas se determinó el urgente traslado del gobernador a la ciudad Capital, al igual que el resto de los heridos.