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Bautista Mereles es sanjuanino y es el primer chico trans en formar parte del Ejército
El joven recibió este viernes la noticia de que ya es parte de la institución y busca generar conciencia sobre la situación laboral en la comunidad LGBTIQ+.
En la Argentina, el 60% de las personas trans debe ejercer la prostitución para sobrevivir, su expectativa de vida es de 40 años en promedio y el 70% jamás fue a una entrevista de trabajo tras asumir su identidad. Por eso, cuando alguien perteneciente al colectivo trans consigue trabajo digno es noticia. Este es el caso de Bautista Mereles, un joven de 19 años que fue aceptado en el Ejército Argentino y que se convirtió en el primer chico trans de todo el país en ser parte de esta institución. “Las personas trans luchamos mucho para trabajar, no se cumplen nuestros derechos y realmente esto hay que difundirlo”, dijo el joven a DIARIO HUARPE.
Bautista soñó desde siempre con ser parte del Ejército Argentino. Desde chiquito, porque su papá era gendarme nacional y ponerse el uniforme era su sueño. Sin embargo, su autopercibimiento como persona trans le impedía, por un momento, soñar con eso.
No fue hasta el año pasado, cuando Bautista pudo cambiar su identidad en el documento, que su sueño pudo concretarse en cierta parte. Ya que, al tener un DNI acorde a su género, ya podía solicitar emprender este viaje.
“Cuando pude cambiar mi DNI, ya tenía en claro qué quería hacer. Empecé a juntar todos los papeles que me pedían y en marzo los entregué. En agosto me llamaron para hacer los diferentes tests en Mendoza”, contó.
Una vez en San Juan, el pasado viernes le llegó el tan ansiado llamado: le avisaban que había ingresado en el Ejército Argentino. En octubre, comenzarán a hacer un período de adaptación y, piensa que en diciembre arrancarán a trabajar.
En este sentido, el joven sanjuanino comentó que siempre tuvo miedo de cumplir sus sueños, debido a los mitos que hay sobre que el ambiente militar es machista y violento. Sin embargo, los días que pasó con sus compañeros y sus superiores la sorprendieron para bien, ya que la trataron bien y no hicieron diferencia.
De ahora en más, Bautista, con su sueño cumplido y con su carrera a punto de empezar, se convertirá en un ejemplo para sus pares y para el comportamiento de las instituciones de que reciban a los jóvenes.