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Ethel abrió su peluquería luego de 39 días: con barbijo, atiende de a 2 personas por hora
Por Facundo Merenda
El reloj marcó las 10 y las peluquerías del centro sanjuanino reabrieron las persianas para atender a sus clientes, algo que no podían hacer desde hacía 39 días: es decir, cuando se decretó la cuarentena por la pandemia del coronavirus que ya causó más de 200 muertos en el país y de 215.000 en el mundo.
Cumpliendo con el decreto provincial que los habilitó, todos los negocios estaban preparados: esta vez por turnos y solamente 2 clientes por hora, para evitar la aglomeración de personas y los posibles contagios.
Con trapo de piso en la puerta de entrada, alcohol en gel y desinfectante, Ethel Licata volvió a la peluquería que lleva su nombre en calle Mendoza pasando Mitre. La expectativa era recuperar algo de lo que se llevó la cuarentena.
“Estaba ansiosa por volver a atender a mis clientas. Esto me afectó muchísimo sobre todo a la hora de pagar alquiler, los impuestos y el sueldo de mis empleadas”, le contó a DIARIO HUARPE.
Estaba poniéndose sus elementos de seguridad (un delantal negro que le cubría su ropa, guantes, barbijo y lentes) cuando ingresó una mujer que había pedido turno para cortarse el pelo. Lucía su tapabocas y 2 empleadas le colocaron alcohol en gel en sus manos.
“Es fundamental cumplir con todos los elementos de protección para estar tranquilos, tanto clientes como empleados”, dijo Ethel. Además, agregó que los clientes deben dejarse el barbijo o tapabocas mientras le hacen el corte o la tintura. Cuando se trabaja sobre las patillas o arriba de la oreja, lo corren un poco pero no lo sacan.
Según Ethel, planean atender de 8 a 10 clientas por día, en los días y el horario habilitados: de lunes a viernes de 10 a 16. Aunque todo depende del trabajo que haya que hacer: con algunas se demoran más de 1 hora porque hacen tintura, corte y nutrición, mientras que un corte o un peinado les demandan menos de 30 minutos.
Antes de la cuarentena, dijo, iban a su local entre 15 y 20 personas por jornada. Ahora, para conquistar más clientas los miércoles puso algunas promociones.
“Inventamos algunas estrategias para sobreponernos a la crisis”, sostuvo. Y agregó que la disminución de clientes ya venía desde mediados de 2018.
Emanuel y el ingenio
En "Biondo", otra peluquería céntrica de calle Santa Fe pasando Tucumán, estaba Emanuel Bernaldez con su equipo de trabajo: 6 personas, todas con barbijos y guantes. Se los veía escribir sobre un papel algunas recomendaciones para cuando llegaran los clientes. Algunos desinfectaban los sillones y espejos que estaban en el salón.
Al entrar la gente, Emanuel les tomaba la temperatura con un termómetro y si superaban los 37°5 no los atendía: directamente llamaban al 107.
Si bien el local es grande, por ley ahora la ocupación del establecimiento no debe superar el 50%. Ningún cliente debe ir acompañado, a no ser que lo requiera (por ejemplo, un niño o una persona con discapacidad).
Otro de los detalles que tuvo que cambiar Emanuel: sacó las revistas que tenía. También prohibió el consumo de bebidas o alimentos.
Durante la cuarentena, lanzó a través de redes sociales una promoción para sus clientes: si pagaban por adelantado 2 cortes (cada uno cuesta $300), el segundo les salía la mitad. Los que se sumaron recibieron un turno y fueron los primeros en ser atendidos. Con lo que recaudó, Emanuel pudo pagar el sueldo a sus empleados, los costos de alquiler y los servicios.