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La enfermera sanjuanina que es vecina ilustre y está en un área clave en la lucha contra el covid

Emilia Ortiz es de Capital y asegura que se siente reflejada en los pacientes que atiende hoy en la terapia intensiva del área Covid-19 del Hospital Guillermo Rawson.

12 de junio de 2021

Desde el año 2014 Emilia Ortiz trabaja en la terapia intensiva del Hospital Guillermo Rawson, pero nunca imaginó que seis años más tarde iba estar al frente de un lugar clave en el medio de una pandemia. A sus 46 años la enfermera lidera un equipo de 123 colegas y desde el 2020 asumió las funciones de ser la supervisora del Área de Crítica de Covid del principal centro de salud de San Juan. Por su pasión y compromiso fue reconocida por la Municipalidad de la Capital como “Vecina Ilustre”.

“Vivo en Concepción desde los 13 años y realmente esto fue una linda sorpresa, este reconocimiento es también para todo el personal de salud que día a día le ponemos el hombro a esto”, contó Emilia a DIARIO HUARPE.

Es que desde marzo del año pasado el equipo de salud tiene una tarea diaria difícil: vencer al coronavirus, un enemigo invisible que se llevó la vida de 802 sanjuaninos. 

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Emilia con parte de su equipo de enfermeros terapistas. Foto gentileza.

“Al inicio la pandemia fue terrible, no sabíamos con qué nos íbamos a encontrar, nos lloramos todo. Además me dejaron a cargo de un servicio nuevo y  tenía mucho temor por mi mamá”, rememoró Ortiz.  

Es que su madre tiene 79 años y conoce de primera mano la profesión de su hija ya que también fue enfermera. “Mi madre me dijo que no me preocupara y que hiciera lo que me gustara, que Dios me había puesto en esto”.

Y así fue como Emilia asumió esta responsabilidad. “Al principio, era todo incierto. Recuerdo que nos informaron que teníamos que trasladar a los pacientes de Terapia Intensiva a Cardiología, al segundo piso. Y en un fin de semana armamos el Área Covid en el primer piso”, comentó la enfermera.  

Pero en este contexto desconocido, Emilia encontró apoyo de amigos médicos que viven en España y que ya conocían lo que era trabajar con pacientes Covid-19. Al respecto, recordó que “me mandaban fotos de la vestimenta protectora que usaban y así nos fuimos equipando y capacitando. Armamos grupos de trabajo, primero con guardia 24 horas, pero cuando tuvimos muchos pacientes bajamos a guardias de 12 horas y así hasta hoy”.

Justo ahora cuando se transita plena segunda ola, la supervisora reconoce que es uno de los momentos más difíciles para ella: “Este año, en terapia, tenemos mucha gente joven. Me siento reflejada en los pacientes. Hoy el rango de ingreso de 30 años a 70 años, el año pasado era otro contexto”.

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“Es mucha la carga emocional que vemos y que también vivimos”, señaló Emilia. Es que estar en la primera línea de batalla no es tarea sencilla pero el equipo de salud decidió humanizar más su trabajo y sobre todo ponerse en lugar del otro.

“Podemos ser nosotros mismos o algún familiar el que esté en esa situación, en terapia, y es muy doloroso que no te lo dejen ver. Por eso habilitamos visitas los lunes, miércoles y viernes”, contó la enfermera.

Esto se da solo en el sector intensivo que está vidriado. Allí las visitas no están en contacto directo con el paciente contagiado y llegan a este espacio tras un estricto protocolo y una contención psicológica.

“Si vemos que algún paciente está muy grave, tratamos de que sus familiares pueden despedirse. En el caso de que haya fallecido, también nos contactamos con sus seres queridos y le damos la posibilidad de que lo vean a través del vidrio antes de que se lo coloque en la bolsa mortuoria”, comentó.

Y así es como día tras día, las 24 horas, Emilia y sus compañeros dan batalla al coronavirus, pero hoy con gusto distinto, el del reconocimiento de la comunidad: “Me sentí muy feliz porque el esfuerzo que uno hace, alguien lo vio”.

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