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Economía > EXPORTACIONES

La Fundación Mediterránea prevé aumento de exportaciones de carne y suba de precios internos

POR REDACCIÓN

29 de noviembre de 2019
El próximo Gobierno nacional “puede verse tentado de intervenir el mercado de exportación” de carne vacuna, para contener el aumento de los precios del producto que se anticipa para el próximo verano, en un rango que la Fundación Mediterránea estima entre 22 y 49%. Ante esa suba, motivada por la atención de una creciente demanda externa que elevaría los embarques en un 21%, hasta un millón de toneladas, la Fundación Mediterránea consideró que algunas medidas son “más nocivas que otras” para el negocio de los frigoríficos. “Los derechos de exportación son, en general, menos tóxicos que los cierres temporarios de exportación, los cupos de exportación, los encajes de exportación y cualquiera otra medida que genere incertidumbre respecto de la realización o no (en tiempo y en forma) de una operación que requiere de meses de planificación y estabilidad de reglas de juego”, evaluaron los economistas de la Fundación. En octubre, agregó el informe, se exportaron casi 96.000 toneladas de carne bovina (res con hueso equivalente), el volumen más alto en lo que va del año. “Las exportaciones de 2019, proyectó la FM, serán probablemente de las marcas más altas de la historia, superando casi con seguridad las 800 mil toneladas res con hueso”. Ese volumen de embarques representará entre 250 y 300 mil toneladas más que en 2018, mientras para 2020 “parece factible un aumento de entre 150 mil y 200 mil”, ante las crecientes compras de China. El flujo actual de envíos representa ya más del 30% de la producción mensual y seguirá creciendo, “por ende, la importancia del sector externo se profundizará en 2020, de no haber intervenciones en el mercado”, señaló el informe semanal de la consultora. Según el análisis sectorial, “si la producción de carne no crece el próximo año, la disponibilidad para el mercado interno se reducirá casi con seguridad y la mayor competencia por el producto (ahora más escaso) exigirá un ajuste (ascendente) de precios para equilibrar el mercado”. La magnitud del aumento “dependerá de cuánta carne menos se vuelque al consumo, de cómo se encuentre la actividad económica en general y también de lo que puedan aportar las carnes sustitutas”, explica la FM. El consumo interno de carne vacuna, en tanto, se mantendría en 46,8 kilos anuales por habitante en un escenario de producción estable, pero descendería a 43,4 kilos si la producción desciende un 5%. A juicio de la entidad, la eventual intervención estatal en el mercado exportador “podría ser efectiva a corto plazo, pero no a largo”, ya que “el desaliento de los envíos deriva en menores precios de hacienda y en desincentivo a la inversión ganadera, con lo cual la menor producción futura genera nuevamente la escasez”. Para la Fundación, “el camino correcto" a seguir consistiría en "actuar por el lado de la demanda, fortaleciendo ingresos o modificando condiciones de precios, pero sólo para determinadas personas y familias”. Por ejemplo, concluye el informe de la FM, “no resultaría complejo incluir en la tarjeta alimentaria que propone el nuevo Gobierno una suma adicional que compense un aumento de precios de carnes”.
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