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Martín Di Lisio:"Me interesan las vidas al límite, pero las dotadas de liturgia y religiosidad"
POR REDACCIÓN
22 de octubre de 2019
En su novela "Paraguay" Martín Di Lisio se sumerge en un universo marginal y sórdido a partir de la historia de un hombre que luego de un accidente de tránsito comienza a recordar los días en que mientras asistía a su hermano internado en un hospital vivió una perturbadora experiencia. El libro tiene como protagonista a Cáceres, un albañil de origen paraguayo que levanta quiniela, y que al ser atropellado comienza a recordar desde la cama de un hospital las noches en las que conoció a la banda de Molina, un grupo de seres marginales y deficientes, nacidos de una realidad extrema o una mente afiebrada. Con personajes que se regodean en la perversión, la doble moral y una forma pagana de religiosidad, la novela, editada por Alto Pogo, crece en clima e intriga con un desenlace sorprendente. Autor de cuento, teatro y poesía, Di Lisio, que además es Licenciado en Sistemas y estudió Antropología, dialogó con Télam acerca de su novela. - Télam: ¿Qué situación lo llevó a escribir este libro? - Martín Di Lisio: La primera imagen que disparó la idea de la novela se me apareció una noche en el Bocalandro, el hospital público de Loma Hermosa. Yo cuidaba a mi abuela internada, y se escuchó una explosión en el medio de la noche. En los alrededores habían prendido fuego un camión de reparto y terminó explotando. De esa imagen, un auto prendido fuego con gente que lo rodea, salieron las primeras ideas de "Paraguay". Los personajes se fueron formando de a poco, yo sabía que Cáceres era un tipo parco de pocas palabras, y necesitaba un contrapunto, un hablador como Molina, que contase una historia tras otra sin respirar. El resto del grupo fue emergiendo a medida que avanzaba la escritura. - T: ¿Qué lo llevó a decidir que el protagonista fuera paraguayo? - M.D.L: Necesitaba un personaje armado casi tan solo de recuerdos. La niebla que aparece desde un primer momento afuera del hospital le recuerda a Cáceres su infancia, y ahí aparece la región brumosa del Amambay. El Cáceres de la novela, más allá del hermano internado en Buenos Aires, no tiene lazos con Paraguay en su presente. Solamente se quedó con los recuerdos de la niñez y los desalojos, de su adolescencia en Asunción, y de las historias familiares, como la guerra del Chaco que peleó su abuelo. Un hombre solitario en un exilio voluntario, y sin mucho que hacer, esa es la idea que dio origen a Cáceres. - T: ¿Qué le atrae de escribir sobre la marginalidad y lo siniestro? - M.D.L: El grupo marginal se fue formando de a poco, en cada reescritura sumaba personajes. También reaparecen otros marginales en otros proyectos de novela que tengo en curso. Me interesan esas vidas "al límite", pero siempre dotadas de liturgias, normas, contenidos, religiosidad. En el caso de "Paraguay", este grupo de marginales forma una comunidad organizada, donde cada movimiento está casi premeditado, escrito de antemano. El conurbano da para crear esos ambientes, y las noches nebulosas me llevaron enseguida a postales que ya conocemos: casas sin terminar, talleres mecánicos cerrados, gente viviendo en la calle que se junta para sobrevivir. Pero más que supervivencia, me atraía la idea de que a pesar de su marginalidad, estos personajes cenen con vino y ensalada, reciten poesía, hagan teatro y rindan culto a una virgen sin manos. - T: ¿Qué rol juega la religiosidad para los personajes del taller donde vive Molina? - M.D.L: Tal vez de mi formación antropológica viene el interés por la religiosidad popular. Me interesa la apropiación de la simbología cristiana pero de otros modos. En este caso, en medio de un taller sucio y desordenado, aparece la imagen de la virgen sin manos, inmaculada, resguardada. Yo no sé qué influencia real tiene sobre la moral del grupo de marginales, o si la Virgen funciona únicamente como aglutinante de un grupo más heterogéneo. - T: Al ubicar a Molina como sobreviviente de la explosión de Río Tercero y de la inundación de Santa Fe, ¿buscó abordar el tema de la desidia estatal? - M.D.L: Molina es la típica persona a la que siempre le suceden cosas extraordinarias. Lo de Río Tercero y lo de Santa Fe fueron dos hechos que me quedaron grabados, sabía que en algún momento los iba a incluir en un texto porque son tragedias horribles pero poéticas. Molina es un personaje errante, un tipo que arma un bolsito y se muda de una ciudad a otra, y me vino muy bien para explicitar esa seguidilla de catástrofes que se explican tan bien con la figura del Estado ausente. Si tu casa se derrumba o se llena de agua, te tenés que ir a otro lado porque nadie te va ayudar a levantarte. En estos casos, con la sola descripción de los hechos, la desidia de ese Estado se hace patente, sin necesidad de más panfletos que el desarrollo de la vida de los personajes.
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