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Yo construyo

Plantar hoy, la solución para el mañana

Los árboles ayudan a combatir los efectos negativos de la creciente urbanización, aunque, si no se escoge la especie adecuada pueden convertirse en un verdadera complicación.

POR REDACCIÓN

01 de octubre de 2020

Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades y se predice que en 2050 el número aumentará hasta el 66%. En este sentido, y según la FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations) la rápida expansión de las ciudades se produce actualmente sin suficientes estrategias en cuanto a la planificación del uso de la tierra y esto tiene consecuencias altamente negativas.

Los árboles urbanos, cuyo aspecto más valorado es su sombra o belleza, son un elemento esencial en toda ciudad. Y al hablar de un clima semi desértico como el sanjuanino, esta afirmación vale aún más. Estos gigantes verdes pueden contribuir a mitigar algunos efectos negativos urbanización, y así hacer que las ciudades sean socioeconómicamente y ambientalmente más sostenibles

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Al hablar de los beneficios del arbolado y parques urbanos en las ciudades, pueden detallarse algunos como:

Mejoran la calidad del aire: Si se tiene en cuenta que un árbol grande puede absorber hasta 150 kg de CO2 al año. Puede afirmarse que se convierten en filtros naturales que absorben los contaminantes urbanos y partículas finas como polvo o humo del aire.

Favorecen la biodiversidad: Ya que proporcionan a las plantas y animales un hábitat, además de alimento y protección.

Ayudan a enfriar el aire: Si se ubican los árboles en lugares estratégicos, estos pueden disminuir la temperatura del ambiente entre 2 y 8 grados Celsius. Algo que puede comprobarse en la provincia, por ejemplo, al pasar de una zona céntrica a otra con mayor cantidad de verde.

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Mejoran la calidad de vida: Según un gran número de investigaciones, vivir cerca de espacios verdes urbanos mejora la salud física y mental de las personas disminuyendo, por ejemplo, la tensión arterial alta y el estrés.

Eficiencia energética: La planificación estratégica del arbolado público puede ayudar a reducir el uso de aire acondicionado en un 30 por ciento y de calefacción en invierno, entre un 20 y 50 por ciento.

Acacia Blanca

Teniendo en cuenta la gran cantidad de ventajas que presentan los parques urbanos y los árboles en las ciudades, la FAO concluye admitiendo que una ciudad con una infraestructura verde bien planificada y bien manejada se vuelve más resistente, y sostenible. Por lo contrario, la falta de planificación estratégica puede conllevar problemas a futuro difíciles combatir. No plantar hoy el problema del mañana sería, de esta forma la consigna y, en ese sentido, la elección de la especie correcta es fundamental a la hora de aprovechar los beneficios de los árboles para la vida en la ciudad.

En San Juan, árboles que sí, árboles que no…

Según la Secretaría de Medio Ambiente de San Juan, algunas de las especies más recomendables para plantar en el contexto urbano de la provincia son:

  • Acacia Blanca: Son árboles que llegan a alcanzar los 12 o 15 metros de altura. Tienen un tronco recto, con copa globosa y amplia.
  • Siempreverde: Se trata de un pequeño árbol de copa redondeada y frondosa. Es perfecto para la ornamentación de espacios verdes aunque su gran resistencia a la poda y a las condiciones climáticas extremas lo hacen, también, muy usado en el arbolado urbano de alineación en calles.
  • Fresno Americano: Es una especie rústica y de rápido crecimiento, muy utilizada en el arbolado urbano de todo el país.
  • Jacarandá: Florece entre octubre y diciembre, tiñéndose de azul-lila. Muy elegido por su elegancia y belleza.
  • Lapacho Rosado: Florece entre octubre y agosto, cuando el ejemplar aún se encuentra sin follaje.
  • Braquiquito: Es un árbol de follaje permanente, de rápido crecimiento. Alcanza los 10 o 12 metros de altura.
  • Aguaribay: Si bien es una especie muy recomendada para arbolar bordes de autopistas, parques y plazas, no se aconseja para veredas o calles. Su follaje y frutos despiden un olor muy fuerte al ser frotados.

Braquiquito

Por su parte, una de las especies que los conocedores desaconsejan son los Sauces, por ejemplo. Estos necesitan mucha agua y, si no están ubicados a la orilla de canales, ríos, etc. , sus raíces pueden ocasionar roturas en veredas, cañerías o casas, en su búsqueda de agua. El Eucalipto tiene ramas poco resistentes y con los vientos Zonda o sur fuertes, es difícil controlar sus ramas a 5 o 6 metros de altura, lo que puede provocar accidentes.

¿Qué se necesita para que un árbol crezca sano y fuerte?

A la hora de elegir la especie adecuada, deben tenerse en cuenta un gran número de factores. El tamaño de la vereda y el sistema de riego, son algunos de los que van a influir en la elección acertada del ejemplar.

En cuanto al agua, este es un punto fundamental. Las temperaturas extremas del clima sanjuanino y la escasez de lluvia hacen que el riego sea un elemento clave en la sanidad de los árboles.

La poda es otro de los problemas con los que los especialistas deben luchar diariamente. La poda excesiva o fuera de época es uno de los peores enemigos del arbolado urbano. En general, esto tiene que ver con una problemática a nivel cultural ya que se relaciona el tratamiento del arbolado público con la poda que se realiza en viñedos, y se trata de tipos de árboles muy diferentes.

 

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