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Cultura y Espectáculos > PUERTO ALMANZA (CON FOTO)

Retrato de un particular paraje al borde del Canal de Beagle

POR REDACCIÓN

07 de febrero de 2020
"Puerto Almanza", documental de Juan Pablo Lattanzi y Maayan Feldman que se estrenó ayer, se adentra en la soledad de ese paraje fueguino al borde del Beagle habitado casi exclusivamente por hombres, donde todos parecen haber llegado huyendo de algo y donde impera la nostalgia de cosas dejadas en otro lugar. "Es un lugar que transmite una cierta nostalgia. Sus habitantes viven allí y son felices o al menos han encontrado un cierto equilibrio, pero parecen añorar algo de lo dejado en otro lado", dijo Lattanzi a Télam. La cámara de los realizadores -residentes en Ushuaia- persigue la historia de algunos de sus pobladores, como Santiago, que penó varios años de cárcel y prácticamente no conoce a su hijo, o de Rolo, que llegó a Tierra del Fuego escapando de la ley y en Puerto Almanza vive con su familia y reclama que el Estado construya una escuela. Así, entre nieve, lluvia y un paisaje de ensueño, las historias de sus habitantes se entrecruzan tanto en sus particularidades como en las generalidades: cada uno tiene su historia, pero la familia, la paternidad y el escape de un pasado están presentes en todas ellas. "Lo que nos terminó atrayendo fue conocer y entender quiénes habitaban ese confín, qué los había llevado a estos hombres -en su mayoría-, hasta casi caerse del mapa porque nadie había nacido en ese lugar. Quiénes eran los hombres y mujeres que habitaban cotidianamente ese paraje", agregó Feldman. T: ¿Cómo fue el rodaje? Maayan Feldman: El rodaje fuimos haciéndolo en diferentes momentos en medio de otras producciones y según la posibilidad de trasladarnos, pero también en distintas épocas del año para retratar cómo el territorio, el ánimo y los cuerpos se ven atravesados por esa naturaleza. Recuerdo que empezamos en otoño, época en la que estallan los colores y la niebla a su vez toma lugar generando una atmósfera única. Fue mágico ese primer día de rodaje, pero después había días muy difíciles e inciertos. Queríamos retratar el paso del tiempo y dar cuenta no sólo lo que iban transitando al interior los protagonistas en un lugar donde parece que nada sucede sino también el paisaje sus transformaciones y los efectos que suscita en los personajes. T: ¿Cómo fueron apareciendo los personajes? MF: Sus historias funcionaban en paralelo a lo que podíamos seguir descubriendo sobre la pregunta que dio origen a la película: quiénes terminaron encontrando abrigo en un lugar tan fronterizo, al borde del mapa. La búsqueda por estar en el margen de la sociedad y el conflicto con la paternidad nos permitió contar ese mundo eminentemente masculino en el confín. T: Los entrevistados en algún momento dicen que Almanza es un lugar para el que escapa de algo. MF: En toda la Isla de Tierra del Fuego circulan muchas historias de escape, y da la sensación que todos los que habitamos la isla, sino fue por búsquedas económicas llegamos escapando de algo. Yo misma sentía que buscaba un refugio en este extremo sur, una necesidad de ir al margen que además es una isla que se siente como tal. JPL: En algunos casos el escape puede ser de algo bien concreto. En otros casos es algo más simbólico, pero casi siempre está la idea de un "volver a empezar", de que Tierra del Fuego te da una nueva oportunidad. Puerto Almanza tiene el "agravante" de que es un lugar aislado y quienes viven allí buscan eso, estar solos, lejos de la sociedad. T: Con tantas historias, ¿cómo armaron el montaje? MF: El montajista fue Fabio Pallero y él terminó de encontrarle la estructura y el ritmo al material que fuimos grabando durante todo ese tiempo. Mientras la película acompaña el paso del tiempo en la vida de los personajes principales, vamos descubriendo el pasado de ellos para entender qué los llevó hasta Almanza; a su vez, fuimos sumando personajes secundarios que nos permitieran contar otras aristas del lugar. JPL: En un universo muy masculino como el de Almanza, la cuestión de la paternidad y la relación con los hijos (presentes o ausentes) era algo que surgía todo el tiempo y en la edición decidimos poner el foco allí. Esa es un poco la magia del proceso documental.
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