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Primera muerte de coronavirus en San Juan: cómo es el protocolo funerario

Los familiares no pueden despedirse del difunto.  

24 de agosto de 2020

“Cuando llegue a San Juan (el virus) será por incumplimiento de responsabilidades. Tenemos que pensar y reflexionar que todos tenemos un familiar que se puede contagiar. Básicamente (cuando fallezca) no nos vamos a poder despedir”, con esa frase Mónica Jofré, jefa de Epidemiología, definía la irrupción de la enfermedad durante la conferencia del 27 de marzo de este año.

El día llegó. Este lunes, tras la declaración de Fase 1 que San Juan volvió a adquirir, se registró el primer fallecimiento por coronavirus en la provincia luego de cinco meses de la declaración de pandemia. Según indicó Jofré, el fallecido es un paciente de 74, oriundo de Caucete al que se le practicó un hisopado posterior a su deceso y se comprobó que tenía el virus.

Tras esa situación, las autoridades activaron el protocolo funerario que se previó allá por el mes de marzo. Salud Pública comentó que no se permite la higiene mortuoria a los familiares, sino que hay personal preparado para esto. El cuerpo de la persona fallecida se coloca en una doble bolsa mortuoria y de ahí pasa directamente al féretro. A fines del mes de marzo, San Juan adquirió 400 bolsas mortuorias.

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Este féretro será trasladado luego en un vehículo funerario que cuente con una cabina aislada para el chofer. Todo el material del rodado en el que se hace el traslado debe ser liso y sin poros para facilitar la higiene de todo el rodado.  

Cumplido ese paso, se da el entierro o la cremación, según decida la familia acorde a sus usos, costumbre o posibilidades. De acuerdo a distintos estudios comprobaron que las cenizas no son transmisoras de la enfermedad.

La camilla portacadáveres también deberá cumplir con ciertas características. Los especialistas determinaron que debe estar hecho con un material impermeable, liviano, resistente de fácil limpieza y desinfección.

Luego de la entrega del cadáver, se debe realizar inmediatamente el procedimiento de desinfección del vehículo y los elementos empleados para el traslado, de acuerdo con los procedimientos de bioseguridad definidos por el prestador de servicios funerarios. 

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El personal autorizado por parte del cementerio para la cremación o inhumación, deberá contar con elementos de protección y las medidas adicionales de seguridad y salud en el trabajo establecidas por el cementerio. Las cenizas pueden ser objeto de manipulación sin que supongan ningún riesgo.

Velorios en Fase 1

Algunas actividades cambiaron en la provincia desde el pasado 22 de agosto. Por el trascurso de las próximas dos semanas los velorios están suspendidos. El funeral de despedida está restringido tanto para los que hayan atravesado el coronavirus o cualquier otra enfermedad.

“Cualquier persona que fallezca y no sea a causa del coronavirus deberá ser trasladada por el servicio funerario y directamente lo llevará al cementerio”, contó a DIARIO HUARPE Fabiola Aubone, ministra de Gobierno.

El impacto del duelo

“El ritual nos permite despedirnos”, dijo la licenciada en psicología Analía De los Ríos. La especialista explicó que la situación es diferente para los dolientes que quedan luego de la muerte de una persona teniendo en cuenta si el deceso fue a causa del coronavirus.

De los Ríos aseguró que en el caso de aquellas personas que fallecen por otras circunstancias o enfermedades, el contacto con el difunto fue más estrecho a diferencia de algún paciente con coronavirus donde el aislamiento y la distancia social es la clave para evitar futuros contagios.

La psicóloga contó que entender la desaparición cuesta, más si no se realizan los rituales habituales como es en este caso el velatorio. “Estos eventos nos dan certeza y tranquilidad”, agregó. Sin embargo apeló a distintas herramientas que pueden servir como supletorias del contacto físico como son las aplicaciones tecnológicas.

“Tenemos que adaptarnos a la nueva realidad. Hoy nos enfrentamos a la adaptación tecnológica porque no podemos tener una proximidad social”, dijo.

Por su parte, a nivel nacional y en conferencia de prensa Graciela Jacob, titular de la Red de Cuidados, Derechos y Decisiones al final de la vida sostuvo: “Sabemos que junto con las medidas farmacológicas y no farmacológicas para transitar el final de la vida, la tecnología más avanzada con la que contamos y la más eficiente es el acompañamiento y la comunicación”.

La experta hizo referencia a los protocolos de despedida y comentó que por cada persona que muere el impacto está calculado en seis personas más entre su familia y su entorno afectivo.   

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