Judiciales > caso resonante
La estética de los masajes sensitivos puede volver a trabajar
Por David Silva
“No quiero a los medios en la puerta”. Con esta frase, Patricia Coria recibió al equipo periodístico de DIARIO HUARPE durante la mañana de este jueves, cuando la Justicia realizó un nuevo allanamiento en la estética de su propiedad, ubicada en calles 25 de Mayo a metros de calle Mendoza.
Libre, tras pagar la caución de $200.000 que le impusieron, sigue ligada a la causa que la mantiene bajo investigación por el delito de promoción y facilitación de la prostitución tras la denuncia de una de sus ex empleadas y ahora podría reabrir su centro de “salud y belleza”. Es eso último lo que pidió por medio de su representante legal.
El procedimiento se llevó a cabo cerca de las 11.00 del jueves en su local de masajes y sex shop, Eros For Men. Lo hicieron en una nueva búsqueda de evidencias para ser analizadas. Así lo confirmaron fuentes judiciales de la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) Cavig, quienes ya realizaron un allanamiento en búsqueda de computadores, memorias portables y registros en papel de clientes.
En este segundo allanamiento, volvieron por la evidencia restante que, al igual que la primera incautada, servirá para comprobar en las audiencias restantes si en ese local se ofrecía servicios sexuales, tal como denunció la joven de 19 años.
Ahora, Coria podrá reabrir su local de estética donde ofrecía masajes corporales y tratamientos de todo tipo. Esto, si cumple con las leyes y autorizaciones municipales correspondientes y no suma una nueva denuncia del mismo tipo.
Patricia y su hija, Natalia Pablo de 29 años, quedaron en la mira luego de ser acusadas de ofrecer servicios sexuales tras la aparente fachada de un centro estético. La segunda quedó detenida por coparticipación en la promoción de la prostitución tras ser sindicada como la responsable de llamar por teléfono a otras empleadas y presionarlas para que declararan a favor de su mamá.
Tras su audiencia de presentación, madre e hija fueron instadas a pagar una caución real de $200.000 y $80.000 si querían recuperar la libertad. Ambas mujeres pagaron la fianza impuesta por el juez de Garantías, Andrés Abelín Cottonaro, y esperarán el juicio sin necesidad de estar tras las rejas.