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“Los árboles pueden reducir la temperatura entre 5 a 8 grados centígrados”

En una provincia donde las temperaturas en verano arden, la afirmación que realiza el experto en botánica, Martín Almirón, resulta atractiva. En la nota, el ABC sobre cómo aprovechar al máximo los beneficios de los gigantes verdes.

POR REDACCIÓN

12 de noviembre de 2020

El arbolado cumple una función fundamental en el bienestar de los ciudadanos y es por eso que, históricamente, muchas culturas fueron asentándose buscando los bosques. En San Juan, las primeras poblaciones buscaron en la sombra de los algarrobos el resguardo de las inclemencias climáticas, frutos para alimentarse y un suelo fértil para cultivar. En la actualidad, afirma el Investigador del CONICET y Docente de la cátedra de Botánica Sistemática, Martín Almirón, no debería ser diferente, pues los árboles brindan un sinfín de beneficios para mejorar la calidad de vida en la ciudad.

“Si hablamos de la incidencia positiva de los árboles en cuanto al aspecto climático, fundamental en la provincia de San Juan, debemos decir que estos disminuyen la radiación solar y producen sombra, lo que disminuye la temperatura”, afirma el experto. En este sentido, y según Almirón, dependiendo del tipo de árbol y la densidad de la vegetación la diferencia puede ser de 5 a 7 grados, en relación al suelo despejado.

Esta es la razón de la importancia que tienen los parques en las ciudades, ya que este efecto no se logra con un solo árbol, sino con un volumen mayor de ellos.

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Además de bajar la temperatura, los árboles aportan humedad al ambiente.

Otros de los beneficios que la presencia de árboles otorga en las ciudades tiene que ver con el aumento de la humedad del aire y la modificación de las corrientes de aire. “En lugares ventosos como Barreal, por ejemplo, esto es fundamental ya que pueden formarse, estratégicamente, cortinas o barreras de aire que protejan las estructuras del viento”, indica el botánico.   

También existen beneficios relacionados a otros aspectos que ayudan a mejorar la calidad de vida en las ciudades. En este sentido, Martín Almirón cuenta una anécdota sobre un trabajo realizado en el Camping de la Mutual de la UNSJ. “Allí, al ensanchar la Ruta 40, la zona de parrileros quedó muy cerca de la calle y los ruidos eran muy molestos para las familias que deseaban descansar. Por esa razón requirieron de nuestro asesoramiento y con una cortina de árboles logramos reducir mucho los sonidos que provenían de la calle”, afirma el experto. En este sentido, se calcula la disminución del ruido en un decibel cada 10 metros, en cuestión sonora, es mucha la diferencia entre tener o no tener árboles.

Como explica Martín Almirón y aunque parezca una obviedad, los gigantes verdes mejoran la calidad del aire, ya que emiten oxígeno y atrapan dióxido de carbono y elementos tóxicos. También pueden retener partículas, virus y bacterias a través de sus hojas. Los árboles protegen al suelo de la erosión y otorgan beneficios secundarios como, por ejemplo, la conservación de la fauna, control visual y aspectos psicológicos sobre los que abundan estudios relacionados a la vida cercana a la naturaleza.

La sombra es uno de los beneficios más preciados en la provincia.

Planificar, el ABC para plantar un árbol

Para sacar el máximo provecho a los beneficios que un árbol puede brindar, lo primero, según indica el experto en botánica Martín Almirón, es pensar estratégicamente la ubicación y especie que se elegirá. En este sentido, “lo importante es tener en cuenta el espacio en donde se plantará el árbol, averiguar el tamaño final de la especie, si es de follaje perenne o caduco, y si voy a tener la posibilidad de regarlo con la misma intensidad que el árbol necesita, de lo contrario, deberé buscar una especie más tolerante a la sequía", indica el especialista consultado.

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También es importante considerar las necesidades que buscan complacerse y, teniendo en cuenta eso, averiguar qué especies podrán cubrir dichos requerimientos. “Si busco sombra, deberé buscar copa globosa, si mi objetivo es realizar un cerco perimetral, tendré que elegir otra especie”, afirma Almirón.

A la hora de elegir la especie a plantar, es fundamental tener en cuenta el objetivo que se persigue.

Algo importante a la hora de elegir el lugar es que debe evitarse la cercanía a sitios muy húmedos de la casa, como zonas por donde pasen cañerías, ya que éstas normalmente tienen pérdidas y ahí es donde las raíces irán si el árbol necesita agua. De esa forma, pueden producirse roturas de pisos, piletas, cañerías, etc.

Para favorecer el sano crecimiento de la planta el especialista recomienda agregar nutrientes al suelo, dependiendo de la especie elegida. “Lo ideal es, cada dos o tres años, agregar nitrógeno, fósforo y potasio para que el árbol crezca sano y esté defendido de las enfermedades”.

Los errores más comunes.

Según explica Martín Almirón, las equivocaciones más frecuentes que se comenten a la hora de plantar árboles tienen que ver con una mala planificación. Por ejemplo, lo más común es no tener en cuenta el tamaño o estructura final de la especie y no hacer la tasa correctamente. En ese sentido, ésta debe tener una superficie importante que permita regar bien la planta y que esa agua se infiltre y pueda llegar correctamente a las raíces. El riego con la manguera o sapito no sirve.

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