Protesta en Sarmiento
“Si no hay solución, nuestros hijos no vuelven a la escuela”
POR REDACCIÓN
Hoy se cumple el segundo día de la protesta que iniciaron los padres de los alumnos de la escuela Anacleto Gil, ubicada en la localidad de Cochagual departamento Sarmiento.
“No vamos a permitir que nuestros hijos corran peligro de vida”, dijo enojada una de las mamás “La construcción de esta escuela cumplió su ciclo y no lo quieren reconocer”, y luego agregó “¿Qué están esperando. Que haya un niño muerto?. No señor, no lo vamos a permitir”.
Las razones de los padres
Vale recordar que la protesta comenzó allá por el mes de septiembre (ver notas relacionadas) con la caída de parte del techo de una de las aulas del jardín de infantes. Pero a los días los directivos de la escuela y del ministerio de Educación salieron a minimizar la situación, diciendo que no era para tanto y que se iba a reparar todo lo que estaba roto. Los días pasaron, y según los padres, la escuela siguió igual.
“No entendemos por qué están queriendo ocultar el deterioro evidente que tiene la escuela”, dijo uno de los padres. “Además, no se van a dar cuenta que nuestros hijos están amontonados, y que la escuela no da más”.
Los padres cuentan que la escuela es de jornada completa. Tiene una matrícula de más de 280 chicos, ya que en el mismo establecimiento y en el mismo horario (de 8 a 16) funcionan el nivel inicial, el primario y el secundario.
“Según tenemos entendido no se pueden mezclar los primarios con los secundarios”, dijo una de las mamá “porque son diferentes juegos, no pueden compartir baños, entre otras cosas. Y no es que lo más grandes son chicos malos, sino que no se puede. Pero en esta escuela parece que sí y somos nosotros los equivocados”.
Las madres y padres cuentan que los más chicos comparten baños y patios de juegos con los más grandes. Que por cuestiones de espacios los del secundario toman clases en un galpón tipo depósito, y que los niños del nivel inicial, prejardín y jardín, lo hacen en un SUM con algunas aulas del primario.
“Esto es un desastre y todos están haciendo la vista gorda, y nos llama mucho la atención el silencio y complicidad de la directora y las maestras”, terminó diciendo la madre.