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Provinciales > Cambio de vida

Erradicación en Rawson: se lleva al Valle Grande algo único que había en La Martita

Hasta este jueves al mediodía 47 familias vivían en la villa ubicada en Calle 5 y Vicente López y Planes. Pero las buenas noticias llegaron de pronto y se mudaron, cargaron sueños y algo muy especial. Ingresá a la nota y enterate de qué se trata.

POR REDACCIÓN

20 de septiembre de 2018

Hay sorpresas que cambian la vida y esto fue lo que les pasó a las 47 familias que vivían hasta este jueves al mediodía en la Villa La Martita, en el Médano de Oro.

“Todo fue una sorpresa. Nos avisaron ayer (miércoles) que nos íbamos a trasladar, fue todo de un día para el otro”, contó Roxana Márquez a DIARIO HUARPE que junto a sus vecinos ya comenzaron a desempacar sus pertenencias y sus sueños en el Barrio Valle Grande.

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Roxana hace más de un año que decidió ganarse la vida en la villa con su propio kiosco, el único en el interior de este asentamiento rawsino, y ahora aspira a transformar su emprendimiento en algo grande y digno como su nueva casa.

“Mi marido está desocupado y me puse un kiosquito para poder solventar los gastos. Lo puse porque no hay almacenes cerca. Mi idea fue hacer algo para beneficiarme a mí misma y era un servicio para los vecinos”, contó Roxana sobre cómo se gana la vida en un lugar donde las necesidades son muchas pero la idea de superarse es más fuerte.

Desde hilos y agujas hasta azúcar y yerba eran los productos que vendía Roxana en La Martita. Pero este comercio no quedó sepultado bajo los escombros, palos y naylons que fueron alguna vez la casa de los Márquez en la que vivía junto a su marido y  a sus dos nenas, sino que se mudaron con ellos en búsqueda de un futuro mejor.

Un mañana alejado de las necesidades del ayer. En este sentido, Márquez contó que “hemos pasado mucho frío, calor y enfermedades. No teníamos agua y lo hemos sufrido mucho. Hubo días que no tuvimos ni para tomar y tuvimos que buscar en el surgente”.

“Mucha gente no tenía cocina, algunos hacían fuego para poder comer. Estamos muy contentos porque va a mejorar la calidad de vida. Además, no queremos que nos regalen nada y esperamos que las cuotas para pagar las casas sean accesibles”, agregó.

Es por eso que el sueño de Roxana y sus ganas de trabajar hoy están más vigente que nunca: “Voy a trasladar mi kiosco al nuevo barrio,  va a ser más grande y en unos meses más mi meta es ponerme una distribuidora y solventar a la gente con todo. Es la única forma de ir prosperando, nada viene de arriba”, concluyó esperanzada Roxana.

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