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Alejandro Francavilla usa la música para superar un pico de estrés

El joven tuvo un brote psicótico en 2017, este año recibió el alta y le compuso una canción a su hijo, una de las razones por las que busca salir adelante.

18 de agosto de 2020

No hay palabras para describir ni comunicar, algo está tan roto que se hace imposible hablar. Una guitarra suena y las palabras comienzan a ordenarse, así describe su experiencia Alejandro Francavilla, un sanjuanino de 24 años que usó la música para comunicarse en su neurodiversidad.

El joven es músico y formó parte de “Payaso Mediático”, “Tarde con paraguas”, “Juan y los conos”, todas bandas que dejaron su marca en la escena under de la provincia. Por ejemplo, el baterista de “Payaso Mediático” forma parte de "Durazno Trío", uno de los primeros exponentes del indie de la nueva ola.

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“La música entra en mi vida como respuesta a que yo no podía expresarme de otra manera que no fuera a través de la guitarra. Surge como una comunicación musical, porque tuve una adolescencia bastante difícil. Me juntaba con gente a hacer música, se aprendían mis temas y la pasábamos bien. No sabían quién era yo, sólo me escuchaban cantar. Fue la forma que encontré de enfocar mi energía y comunicación. En vez de hacerle daño a alguien o a mí, agarro la guitarra, escribo y canto”, cuenta.

En 2017, en plena grabación de un disco que espera terminar este año, Alejandro cuenta que tuvo un brote psicótico después de un pico de estrés.

“Fui internado en la Unidad de Psiquiatría del Marcial Quiroga durante 17 días. Recién en enero de este año recibí el alta total. Yo viví la secuencia de saber lo que es perder el control de tu propia mente, pero después de que mi novia se quedó embarazada tuve que dejar de mirarme el pupo y me enfoqué en algo mucho más importante, Inti León, mi hijo", dice.

A su hijo le compuso “Se salva”, una canción de cuna que sostiene que todo va a mejorar. “El tema nace por un dolor que yo sentí cuando estuve lejos de mi hijo, sentí que él lloraba y que no podía hacer nada al respecto. Puse el grabador en la cocina de mi casa y lo puse a grabar para dejar salir lo que sentía”, rememora.

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Una vez terminada la canción, se la hizo escuchar a su novia y le gustó al punto de hacerla llorar. Al recibir ese feedback, junto con su productor Daniel Toret , se propusieron grabarla y lanzarla el Día del Niño. En menos de una semana grabaron en estudio, masterizaron y el domingo pasado fue lanzado el tema.

“He formado una familia y estoy muy contento con eso”, apunta Ale. Actualmente es verdulero, su local se llama “Tu Carozo”, ubicado en Ignacio de la Roza y Meglioli. Prepara bolsones de verduras y frutas para quienes vivan solos y canta mientras atiende a sus clientes. Continúa trabajando en el disco. Francavilla sigue escribiendo, sigue haciendo música. Hizo un jingle para promocionar su emprendimiento en el que se escucha a Inti balbucear imitando a su papá y su mamá.

  

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