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Sociedad > Estuvo retenido

Argentino asegura que Irán le negó el ingreso por ser gay

Tras preguntarle si era homosexual, lo retuvieron sin su pasaporte 24 horas hasta que lo deportaron de regreso a Turquía.

POR REDACCIÓN

11 de septiembre de 2019

Alejandro Modarelli es un periodista y escritor argentino que vivió momentos para el olvido debido a que en Irán lo retuvieron por su orientación sexual, según aseguró. Desde Estambul intentó volar el martes hasta Teherán pero nunca pudo salir del aeropuerto iraní. Tras preguntarle si era gay, lo retuvieron sin su pasaporte 24 horas hasta que lo deportaron de regreso a Turquía.

"Con mi amigo queríamos hacer nueve días de turismo en Irán. Sabía que ahí se puede tramitar la visa on arrival y eso hicimos. Primero me atendieron bien: pagué la visa, un seguro médico obligatorio y llené un formulario. Pero de pronto hubo tensión en el aire y apareció un funcionario con actitud de Gestapo hablando en castellano, fue todo muy raro", contó.

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En Irán la homosexualidad está penada por ley, que concibe hasta las ejecuciones públicas por lo que considera un delito. "El tipo se sienta y me nombra en castellano el título de mi libro, del que me pregunta si soy autor. Le digo que sí. Se lo veía muy crispado, irritado de que yo fuera homosexual. Después me mira a los ojos y consulta ´¿Usted es gay?´ Le dije que sí. Le preguntó lo mismo a mi compañero, que contestó que sí. Y después nos consultó '¿Y qué quieren ver en Teherán?' Había un millón de cosas que queríamos hacer pero en ese momento no nos salió decir nada", siguió.

Posteriormente, les retuvieron los pasaportes y los hicieron esperar 24 horas hasta que salió un avión de regreso a Estambul.

"En el medio de toda esta historia se presenta un hombre joven y guapo vestido de uniforme que nos ofrece gestionar la visa por izquierda si le pagábamos 200 dólares. Le dije que no era el momento propicio para hacerse el porteño. Volvío, insistió, y le avisamos al personal de Turkish Airlines que eran quienes seguían la deportación. Se generó un lío bárbaro porque resultó ser un estafador que trabajaba en el aeropuerto. Nos ofrecieron denunciarlo, pero nosotros solo queríamos irnos", dijo.

"Cuando llegamos a Estambul ya estábamos en categoría de subhumanos, no nos decían nada ni nos devolvían el pasaporte. La burocracia aeroportuaria trata con desdén a los que llegan deportados. Por suerte en todo momento intervinieron desde el consulado de Estambul que lograron que nos devolvieran los pasaportes. El temor de los dos era que me hubieran puesto como una amenaza contra la seguridad nacional en un lugar donde está penada la homosexualidad. Por suerte no sucedió", explicó.

"Le recomiendo a cualquier persona que tenga actividades relacionadas con la comunidad LGBTI que antes de viajar a Irán lo piense dos veces. Y al menos cierre las redes sociales e intente tramitar la visa en origen", opinó el periodista.

Fuente:La Nación. 

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