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Provinciales

Axel culminó el tratamiento gracias a la donación de médula de su hermana

Fueron siete los chicos que culminaron con la quimioterapia y quedaron un paso más cerca del alta definitiva. Uno de ellos fue trasplantado y hoy vive gracias a su hermana quien afirma que volvería a tener ese accionar por él y por todas las personas que lo necesiten.

29 de junio de 2019

“Hoy me siento excelente, gracias a mi hermana estoy vivo”, dijo Axel y se fundió en un abrazo con Yuliana, su hermana y la persona a la que le debe la vida ya que se convirtió en su donante de médula en medio del tratamiento que el chico de 14 años estaba haciendo por la leucemia que le diagnosticaron a los 11.

El viernes cumplió una de las etapas más importantes, el fin de las quimioterapias y lo festejó escuchando un sonido que anhelaba desde hace tiempo, el de campana que tocó con fuerza, alegría y lágrimas en los ojos. No fue el único que lo hizo, sino que otros cinco chicos y una adolescente pudieron vivir ese momento tan esperado. Algo a tener en cuenta es que no es el fin de la enfermedad ya que se esperan dos años tras esta etapa para obtener el alta definitiva.

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La hermana de Axel tiene 12 años y a pesar de su corta edad, la vida ya le dio un gran aprendizaje, que con la donación de órganos se puede salvar a muchas personas. “Sería donante una y mil veces más para todos los que lo necesitan”, dice sin dudarlo ni por un segundo.

A pesar de que la niña le tiene miedo a los “pinches” como suele decirles, los enfrentó en el momento de la donación para la cual salió 100% compatible. Incluso, enfrentó el momento con positivismo y sus tradicionales cantos ya que es una de sus pasiones. “Me puse a llorar cuando me pusieron el suero, después me dormí y me desperté cuando me estaban pinchando pero me puse a cantar porque me encanta”, manifestó.

También, quiso brindar un esperanzador mensaje “que la leucemia se puede combatir, que no tengan miedo”, expresó Yuliana.

Mientras tanto, su madre lagrimeaba invadida por las emociones. “Uno no se da cuenta hasta que llega el día de decir, `estamos afuera de todo lo malo que pasamos´ y eso es hermoso”, dijo Carla Tobares.

Hace tres años fue cuando la vida de la familia cambió por completo, cuando los profesionales médicos detectaron que Axel tenía leucemia. Comenzó un año con recaídas, quimioterapias y mucha fortaleza. Al año siguiente pudieron realizar el trasplante de médula al comprobar la compatibilidad entre los niños, tras pasar algunos meses internado el panorama cambió. Los controles empezaron a ser menos frecuentes, incluso, actualmente los está teniendo cada seis y este viernes pudo tocar la campana en el hospital Rawson, accionar que marca el fin de una etapa.

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El sonido que renueva la esperanza

Siete chicos festejaron junto a sus familias el fin de las quimioterapias y el tratamiento colmados de emociones. Además de los abrazos hubo algo que no faltó y es lo que marca el fin de esa etapa, la campana y el diploma por el valor que tuvieron al enfrentar el cáncer.

“Los niños son muy fuertes y te enseñan un montón todo el tiempo, de ellos aprendí que hay que pelearla, que no hay que pensar mucho, que hay que aceptar las cosas como se dan, eso los adultos los hemos perdido”, dijo la doctora que los acompañó en el tratamiento, María Elizabeth Arrieta.

Testimonios:

Dalma García

A los 5 años le diagnosticaron leucemia y a los 8 pudo superar la enfermedad. Su mamá, Soledad Molina, dio a conocer que siempre fue su pequeña quien le dio fuerzas para seguir adelante. “Nunca perdí las esperanzas, siempre tuve fe de que mi hija iba a salir, ella me transmitió mucha fuerza porque cuando me veía mal me decía `mamá no llorés que yo estoy bien´”, confesó.

Agregó: “Ha sido una enfermedad muy agresiva para ella pero gracias a Dios pudo salir adelante por eso ahora estoy muy contenta”, dijo con una sonrisa en el rostro.

Juan Cruz Campillay

A los tres años fue diagnosticado con leucemia y a los 7 recibió el alta. Su papá, Joel Pérez, relató los duros momentos que hubo detrás de esta alegría. “Los padres perdemos trabajo, perdemos todo para estar con tu hijo, si no lo viven no se dan cuenta de los cambios que hay atrás, es muy difícil desde que empezás y vos no sabes si tu hijo despierta”, indicó con lágrimas en los ojos.

Aseguró que “fue muy difícil ya que a veces se complica mucho, es una lucha y un gracias a Dios todos los días, también más unión en la familia”.

Tiago Morales

El chico fue diagnosticado a los 4 años con un rabdomiosarcoma en el ojo izquierdo, a los 7 culminó con los tratamientos. “La pasamos bastante mal, hubo muchos cambios, por ejemplo, a veces nos prohibíamos comer ciertas cosas pera que él no deseara pero enfrentamos todo con mucha unión”, aseguró su mamá Maida Bustos.

“La vida te pone pruebas y te terminás dando cuenta que lo salud es lo principal”, comentó la mujer con respecto a los cambios en su manera de pensar que hubo tras la enfermedad de su niño.

Lisandro Ruiz

El niño tiene 9 años y a los 4 le diagnosticaron leucemia. “Fue todo muy duro y difícil pero gracias a Dios ya está, ya terminó y ni siquiera tengo palabras para explicar este día, es algo muy hermoso”, expresó su mamá, Patricia Bustos. Incluso, contó que hace días el pequeño les está contando a sus 6 hermanos que le han dado el alta y los abrazos para festejar se volvieron una constante entre ellos.

Agustina Díaz

La pequeña fue diagnosticada a los 2 con leucemia, ahora tiene 5 y ya culminó su tratamiento. La niña fue quien le dio fuerzas a su mamá para enfrentar cada una de las situaciones, “ella me decía siempre que no llorara, es muy cariñosa y tiene una alegría que contagia”, se sinceró Ana Díaz, su madre.

Lucía García

La joven fue diagnosticada de leucemia a los 16 y a los 20 terminó el tratamiento. Al festejo llegó sola ya que su madre estaba trabajando, asegura: “Nunca pensé que llegaría este día”.

Su vida dio un cambio radical cuando se enteró de la enfermedad, comenzaron los tratamientos por lo que tuvo que alejarse de algo que le gustaba mucho hacer, el salir a bailar. Además, el proceso que vivió le dejó una enseñanza: “Aprendí a valorar mucho más a mi familia, a las personas que me quieren y que quizás antes no lo hacía”, concluyó la joven.

 

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