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Provinciales > Comercios del centro

Para afrontar la crisis: lácteos casi a mitad de precio, barbijos al costo y promos de café

El horario corrido, de 10 a 16, no fue el único cambio en distintos rubros. 

14 de mayo de 2020

Con la apertura del comercio en San Juan varios rubros comenzaron a trabajar, sobre todo aquellos que aprovechan esta oportunidad para ganarse el sustento diario. En esta nueva etapa lo hicieron con algunos cambios: trabajan en horario de corrido de 10 a 16, e hicieron algunos descuentos en productos y mercaderías para poder venderlos.

Estas modificaciones en sus actividades apuntan a conquistar el flujo de gente que llega hasta el centro para comprar o realizar algún trámite. Dicen que la cuarentena les provocó pérdidas en sus ingresos y que ahora sacaron un permiso en el Gobierno para volver a trabajar.

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Rubén atiende un kiosco en calle Mendoza y Laprida. Durante la cuarentena su negocio permaneció abierto, pero dice que las ventas fueron escasas. Por este motivo, decidió hacer algunos descuentos sobre todo en los lácteos a los cuales les aplicó una reducción del 40%.

“Si yo no ponía algunas promociones o rebajas la mercadería me quedaba guardada y corro riesgo de que me venza”, contó. “Prefiero ganar menos plata, pero que los productos salgan”, agregó.

Con el reinicio de las actividades comerciales, Rubén comentó que hay más gente en el centro e incluso, aprovechando la ocasión de pandemia, puso a la venta barbijos para todos aquellos que vayan a comprar y se olviden del suyo. Dice que lo vende al costo, cada uno cuesta $50.

Rubén tiene un kiosco y decidió hacer algunos descuentos en lácteos. Foto: Sergio Leiva/DIARIO HUARPE.

Sobre calle General Acha pasando Rivadavia está Angélica. Ella tiene un puesto al paso donde vende desde pochoclos hasta praliné. Asegura que la situación es distinta en su negocio. Tiene una premisa clara: vender y recuperar lo que perdió en estos 50 días.

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“Estoy feliz de poder trabajar de nuevo. Este es mi único trabajo y el que me sirve para llevar el sustento todos los días a mi casa”, dijo.

Angélica vive con sus papás que son jubilados. El negocio lo heredó de su papá Armando que lo puso hace 40 años en ese lugar. Dice que la situación económica le es “muy difícil”. Durante la cuarentena pudo sobrevivir con los haberes de sus padres y el Ingreso Familiar de Emergencia que recibió del Gobierno nacional.

“Tuve que modificar el horario de trabajo. Antes estaba en la mañana hasta el mediodía y después volvía en la tarde, pero ahora trabajo de corrido. Quiero aprovechar la gente que llega al centro”, comentó.

Sobre los costos para adquirir la mercadería, Angélica explicó que todo subió entre un 10% a un 15%. Sin embargo, ella decidió no trasladarlo a los precios: “Por el momento puedo aguantar y sostener los costos, pero no sé hasta cuándo”, relató.

Angélica contó que cambió su horario de atención: abre de 10 a 16. Foto: Mariano Martín/DIARIO HUARPE.

En la esquina de Rivadavia y Mendoza está Rolando con su puesto de flores. Tiene 7 floreros llenos de crisantemos de distintos colores. Cada ramo cuesta $150, pero él cuenta que desde el lunes que volvió a trabajar todavía no logró vender nada.

“La mano está difícil. Me gustaría bajar el precio, pero me cuesta mucho traer las flores”, dijo.

Rolando es papá de 2 hijos y con lo que gana puede comprar la comida y pagar los servicios. Antes de la cuarentena se hacía más de $700 por mañana, pero ahora todo es distinto: “La gente pasa, me mira y sigue de largo. Es verdad que las flores no son una necesidad primaria, pero nunca pensé que iba a estar tan complicado todo”, comentó.

Para equipar su puesto tiene que traer flores de la provincia de Mendoza, donde tiene un proveedor. La cuarentena imposibilitó que realizara este procedimiento, por lo que un amigo le trajo a él y a otro hombre que venda en la zona de Rawson.

Rolando tiene los 7 floreros llenos de crisantemos que esperan ser vendidos. Foto: Mariano Martín/DIARIO HUARPE.

Un rubro que tuvo que modificar rotundamente su horario son las playas de estacionamiento. Oscar, el contador del Estacionamiento Central, contó que desde el 20 de marzo decidieron cerrar sus puertas porque al no ir gente al centro ellos no tuvieron ingresos. Ahora comenzaron a atender de 10 a 16, sin excepción.

“Es verdad que en el centro hay otras cosas más allá de los comercios, pero de acuerdo a lo que estamos analizando al cerrar los negocios todo queda vacío y nos parece innecesario extender el horario”, contó.

Oscar comentó que el vallado de las calles céntricas por parte de la policía imposibilitó que la gente pudiese estacionar el auto en esa playa de estacionamiento. Esta situación le generó complicaciones económicas: “Las pérdidas son incalculables. No sabemos hasta cuándo va a extenderse todo este protocolo”, agregó. Sin embargo decidieron mantener el precio del estacionamiento en $120.

Oscar es el contador de una playa de estacionamiento que ahora atiende de corrido. Foto: Mariano Martín/DIARIO HUARPE.

Uno de los sectores que decidieron cambiar su modalidad fueron los cafés, ante la imposibilidad de que la gente vaya a sus negocios decidieron poner una mesa en la entrada al local donde venden café al paso.

“La compra es mínima. La gente viene por algo puntual al centro y se va. Antes era distinto porque podían sentarse en los negocios y consumir, pero ahora es muy raro el que pide un café y se lo toma parado. La mayoría son los que tienen que hacer fila en un banco o un trámite que les va a llevar tiempo”, contó Guillermo.

Los cafés innovaron su oferta y ahora los venden al paso. Foto: Mariano Martín/DIARIO HUARPE.

Debieron cambiar su horario de atención. Antiguamente estaban hasta el mediodía y retomaban en la tarde, ahora solamente lo hacen desde las 9 hasta las 12. Sobre los precios, Guillermo contó que el café grande está en $120, mientras que el mediano en $100. Cada infusión viene acompañada con 2 semitas o medialunas, depende de lo que pida el cliente.

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