Cultura y Espectáculos
Del creador de "Lost", llega "Watchmen" a HBO
POR REDACCIÓN
Vigilantes enmascarados, lluvias de calamares y un ser todopoderoso resultado de un accidente científico confluyen en Watchmen, serie de HBO basada en la icónica novela gráfica de los 80 que puso en jaque el modelo clásico del superhéroe de cómics y que, desde el domingo a las 23, buscará repetir en el terreno televisivo. Compuesta por nueve episodios, Watchmen llega de la mano del creador de Lost, Damon Lindelof, confeso fanático de la novela gráfica escrita por el disruptivo Alan Moore y publicada entre 1986 y 1987. De hecho, tanto en Lost como en The Leftovers, serie dramática existencial de tres temporadas que hizo para HBO, Lindelof ya ponía en práctica varios de los dispositivos que operaban en la mecánica de aquella novela gráfica. Los flashbacks para dar información sobre el origen de los personajes, la narrativa compleja compuesta de subtramas superpuestas, la búsqueda de respuestas a las incógnitas universales y un cierto extrañamiento envolviéndolo todo; esas marcas registradas de sus producciones ya estaban presentes en "Watchmen". Pasé por un período muy intenso de sentir que la estaba cagando, dijo Lindelof a medios estadounidenses antes del estreno de la serie, en referencia a la veneración que sentía por el material original y el temor de no hacerle justicia. Es que la novela gráfica creada por Moore y dibujada por Dave Gibbons, que puso en cuestión el mismo concepto de héroe enmascarado imperante en el género y atacó al sistema de creencias norteamericano, es considerada por los especialistas como el punto bisagra en el que el cómic cumplió la mayoría de edad. Aunque ya no será pionera, pues series como Legión (de Noah Hawley para FX) o The Boys (Amazon Prime Video) llegaron antes para deconstruir el arquetipo de superhéroe en TV, Watchmen aspirará a dejar su marca tal como lo hizo en la historieta. Y HBO necesita que así sea, tal como está en busca del hit que pueda ocupar el lugar que dejó vacante en su catálogo la muy popular Game of Thrones. A diferencia de la adaptación cinematográfica -con tibias reseñas- que Zach Snyder dirigió en 2009, la Watchmen de Lindelof no es ni una transposición fiel del cómic, ni una precuela ni una secuela. Más bien enmarcada en la nostalgia de la novela gráfica original, la serie retoma muchos de sus elementos y algunos de sus personajes para abrir nuevos espacios y traer su espíritu a la actualidad. El pulso de la trama le corresponderá a un personaje nuevo, la policía Angela Abar encarnado por la ganadora del Oscar Regina King, que encabeza un elenco de lujo integrado por Don Johnson, Tim Blake Nelson, el octogenario Louis Gossett Jr., Jeremy Irons y Jean Smart, entre otros. La historia comienza con los Disturbios raciales de Tulsa en 1921, un hecho real en el que la población blanca de aquella ciudad atacó por vía terrestre y aérea un barrio de población negra y, según algunos registros, mató cerca de 300 personas a hirió a otro sinnúmero. Partiendo de ese episodio real de la historia negra del país, la serie viaja a un 2019 alternativo en el que EEUU ganó la guerra de Vietnam, el escándalo de Watergate de Nixon nunca ocurrió, Robert Redford lleva varios mandatos seguidos como presidente, llueven regularmente calamares del cielo y no existe ni internet ni los teléfonos celulares. Tres años después de un ataque coordinado por el grupo supremacista blanco The Seventh Kavalry, en el que se asesinaron a innumerables policías y sus familias, los agentes como Angela Abar deben utilizar máscaras que oculten su identidad y así resultan forzados a convertirse en vigilantes clandestinos. Los miembros de la organización terrorista racista, ocultos detrás de máscaras con manchas de Rorschach en blanco y negro, amenazan con atacar de nuevo, y el vínculo de los nuevos sucesos con aquel lejano ataque de 1921 comienza a revelarse poco a poco. Aún cuando las referencias al cómic abundan y enriquecen la experiencia de los fans "de toda la vida", como con la presencia del todopoderoso Dr. Manhattan y su capacidad de manipular la materia y el tiempo, la Watchmen de Lindelof apunta a un público más amplio. Estamos usando historia alternativa, ciencia ficción o ficción de género para introducir temas que prevalecen en el mundo real, explicó el showrunner, respecto a la cuestión del racismo y los grupos terroristas internos que trata la serie y que sacuden hoy a la opinión pública estadounidense. Pero ese escenario extraño que una fuerza policial que históricamente ha sido instrumental en el funcionamiento de las organizaciones supremacistas- comienza luego a demostrarse menos llano; tal como en el cómic, Watchmen es mucho más complejo que buenos contra malos.