Dicen que el país no tiene una evaluación clara del sistema educativo

“Luego de más de 25 años de pruebas de medición de los aprendizajes el país sigue sin tener una política clara de evaluación de su sistema educativo”, así comenzó un informe de Silvia Montoya, directora del Instituto de Estadísticas de la Unesco para el Observatorio Argentino de la Educación. Esta conclusión llegó luego de analizar uno de los fines que se pretende con ellas como es la planificación de los diferentes tipos evaluativos y su uso para retroalimentar el sistema logrando objetivos y metas.

Según el informe, cuentan que en Argentina las primeras evaluaciones de medición de los estudiantes se realizaron en el año 1993, en el marco de lo que se denominó Sistema Nacional de Evaluación de la Calidad Educativa. El objetivo fue producir información sobre resultados educativos en cada provincia, como un insumo clave para el diseño y gestión de políticas educativas orientadas hacia la mejora. La primera evaluación se realizó de manera muestral a estudiantes del séptimo grado del nivel primario y del último año del nivel secundario.

A lo largo de más de 25 años se realizaron evaluaciones tanto en el nivel primario como en el secundario. Durante varios años se denominaron Operativos Nacionales de Evaluación y a partir del año de 2016 su nombre fue Aprender. Las 24 provincias participaron de estas mediciones.

Situación en primaria
Evaluación

Entre 1993 y 1999 se realizaron pruebas anuales en el séptimo grado en Matemática y Lengua. Desde 1995 al 2000 evaluaron a los del tercer grado y entre 1996 a 1999 se implementaron estadísticas en las mismas asignaturas sumado a Ciencias Sociales y Ciencias Naturales en el sexto grado del nivel primario. A partir de 2005 las pruebas perdieron comparabilidad por cambios metodológicos.

Recién en 2016 se volvió a realizar una evaluación censal en Lengua y Matemática y en 2017 se midieron aprendizajes de manera censal en ciencias, en 2018 nuevamente evaluaron lingüística y logística.

Situación secundaria
Estadística

La frecuencia, tipo, áreas de estudio y población objetivo de las evaluaciones también cambiaron entre 1993 y 2019. A diferencia de otros países de la región la prueba de finalización del nivel secundario no tiene consecuencias para los estudiantes en términos de obtener su diploma de finalización del nivel o de ingresar al nivel superior.

En el noveno año de estudio se realizaron evaluaciones muestrales cada año en Lengua y Matemática entre 1995 y 2000. Luego se hicieron pruebas anuales en 2002 y 2003, y más tarde cada dos años. En 2013 se volvió a hacer una prueba muestral. La última prueba en este año de estudio se realizó en 2015. Con excepción de 2007 y 2013, en el resto de las evaluaciones solo se midió lengua y matemática.

Para finalizar, el informe concluye que la frecuencia, tipo, áreas evaluadas y población objetivo no se mantuvieron constantes a lo largo de estas dos décadas y media. Esto genera poca previsibilidad para los diferentes actores del sistema educativo. Los cambios en metodología que afectan la comparabilidad de resultados, la baja tasa de respondientes en ciertas provincias y las demoras en la difusión de resultados también constituyen desafíos para la política de evaluación. Al mismo tiempo, algunas jurisdicciones, como la Capital del país, han comenzado a implementar sus evaluaciones estandarizadas locales.