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Cultura y Espectáculos > DECESO

El escritor estadounidense Stephen Dixon falleció anoche, a los 83 años de edad

POR REDACCIÓN

07 de noviembre de 2019
El escritor estadounidense Sthepen Dixon, autor de la emblemática novela "Interestatal", falleció anoche a los 83 años en un centro de salud de Towson, Maryland, aq consecuencia de una neumonía y complicaciones por el Parkinson que sufría, informó su hija Sophia Frydman a la prensa. Escritor prolífico y experimental, fue autor de más de 20 libros de ficción. Entre los más referenciales e icónicos se encuentra la novela "Frog", de 1991, que junto a "Interestatal" -donde su prosa transparente y simple transcribe el monólogo mental de un hombre enloquecido por el asesinato de su hija-, fue finalista del National Book Award. "Uno no lee exactamente una historia de Stephen Dixon, uno lo acepta", había escrito Alan H. Friedman en una reseña del New York Times sobre "Frog", donde se entromete en la intimidad de un maestro lascivo llamado Howard Tetch. Autor laureado pero no tan conocido, Dixon publicó su primer libro ya de grande, pasados los 40 años, y hasta que se jubiló, a los 71, tomó trabajos que le garantizaban tener tiempo para escribir ficción. Fue camarero, vendedor en las tiendas Bloomingdale's, periodista, maestro de escuela primaria y profesor de Escritura Creativa en la Johns Hopkins University de 1980 a 2007, cuando se jubiló. Ganó algunos de los premios literarios más importantes de los Estados Unidos, como el O. Henry Award y el Pushcart Prize, por libros como "Calles y otros relatos" y "Ventanas y otros relatos" (ambos publicados en español por Eterna Cadencia en la Argentina). Honrado por la Fundación Guggenheim y la Academia Americana de las Artes y las Letras, su escritura fue descrita como urbana, realista y experimental, pero Dixon no se ciñó a definiciones y en una entrevista que concedió a Télam hace tres años se describió como alguien que "escribe en forma clara temas universales" (muerte, vejez, amor) que salen de su experiencia. Ahí es donde entran los registros de su natal Nueva York (1936) o la huella que la muerte de un hermano mayor, cuando él aún era chico, dejó en sus textos, aunque, según contó a esta agencia en aquella entrevista, la ciudad terminó por intimidarlo. "El ruido, la muchedumbre, los negocios terminaron por intimidarme, ahora vivo en una pequeña y tranquila ciudad a unos 15 kilómetros de Baltimore. Muchos años atrás cuando viví­a en la isla, Manhattan jugaba una parte muy importante en mis ficciones pero ahora lo hace esta pequeña ciudad", había dicho en ese momento. El sello Eterna Cadencia, responsable de publicar en la Argentina la traducción de "Interestatal" y de los libros de cuentos "Calles y otros relatos" y "Ventanas y otros relatos", emitió hoy un documento donde comunicó "con mucha tristeza la noticia del fallecimiento de Dixon". Desde esa casa editorial propusieron recordarlo "con una frase que resume la forma en que vivió, siempre inseparable de la literatura: 'No tendría nada para hacer durante el día si no escribiese. Amo escribir, amo crear nuevos cuentos, nuevos personajes y nuevas formas de contar. Nunca podría dejarlo'". El propio autor se había así referido a su oficio en aquella entrevista con Télam: "Trato de terminar una página al día. Así, por lo general, tengo unas 300 páginas escritas al año". "A veces -detallaba- trabajo en una página manuscrita durante dos o tres dí­as, hasta que siento que el resultado me satisface. He llegado a reescribir una sola página hasta 50 veces, pero no es algo que me suceda a menudo. Lo difí­­cil al reescribir una página tantas veces es mantener la espontaneidad de la primera versión del texto". Su trabajo, desde la crítica internacional, fue descrito como maníaco a veces, con oraciones continuas, párrafos extensísimos y un estilo inmersivo que detallaba los pensamientos desordenados y serpenteantes de sus protagonistas.
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