POR REDACCIÓN
23 de enero de 2020
La ministra de Comercio Internacional británica, Liz Truss, afirmó hoy que Estados Unidos no puede decidir sobre la política fiscal del Reino Unido, en respuesta a la presión que está ejerciendo el gobierno de Donald Trump en relación con el impuesto que varios países europeos pretenden cobrar a los gigantes tecnológicos. El secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, dijo ayer que su país podría responder con aranceles de represalia si el Reino Unido seguía adelante con el impuesto a las ventas digitales. En una sesión de preguntas en la Cámara de los Comunes, la ministra le contestó al diputado laborista, Jonathan Reynolds, sobre si el gobierno retrocedería ante la presión estadounidense. "Déjeme ser absolutamente clara. La política fiscal del Reino Unido es un asunto del ministro de Comercio del Reino Unido. No es un asunto de los Estados Unidos, no es un asunto de la UE. No es un asunto de nadie más", contestó Truss. Agregó que el gobierno británico tomará las decisiones que sean correctas para el Reino Unido, ya sea en los estándares regulatorios o en la política fiscal del país. Además, el ministro de Finanzas británico, Sajid Javid, dijo ayer que el Reino Unido seguirá adelante con el impuesto a los gigantes tecnológicos. Planeamos seguir adelante con nuestro impuesto a los servicios digitales en abril", dijo Javid en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, al compartir un panel con el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Steven Mnuchin. Los líderes de las principales potencias mundiales acordaron el año pasado que las empresas digitales como Google, Amazon, Facebook y Apple, paguen también impuestos en aquellos países donde no cuentan con presencia física. Las naciones europeas consideran gravar los motores de búsqueda, las plataformas de redes sociales y los mercados online, debido a las afirmaciones de que transfieren sus ganancias a otros países para reducir su responsabilidad fiscal. No obstante, Francia consideró un impuesto similar pero acordó suspender los pagos este año después de que Estados Unidos amenazó, en represalia, imponer aranceles sobre el vino francés y otros productos. El Reino Unido espera recaudar más de 400 millones de libras (unos 522 millones de dólares) para el 2022.
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