POR REDACCIÓN
31 de diciembre de 2019
La jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, aseguró hoy que tiene la "responsabilidad ineludible" de "encontrar soluciones" que desactiven las protestas que desde hace más de medio año se suceden en la ciudad financiera perteneciente a China. En un video de tres minutos titulado: "Tesoro de Hong Kong... nuestra casa", Lam hizo balance de lo que ha dado de sí un 2019 marcado por las protestas, que según ella han "roto los corazones de la gente", que está "ansiosa, decepcionada y enfadada". "Escucharé con humildad para encontrar una salida, podemos empezar de nuevo juntos", publicó Lam en su cuenta de Facebook a modo de discurso de fin de año. Lam añadió que los hongkoneses pueden "superar las dificultades tal y como ya hicieron en otras ocasiones en el pasado", y expresó sus deseos de reconciliación durante 2020, informó la agencia de noticias EFE. Sin embargo, algunos hongkoneses volvieron hoy a movilizarse en actos repartidos a lo largo del día para pedir a la gente que no olvide lo que ha pasado en 2019 y que siga protestando en 2020. Por su parte, la policía de Hong Kong ha despachado a 6.000 agentes para mantener a raya a quienes se manifiesten durante las fiestas de Año Nuevo, según medios locales. Se espera que decenas de miles de personas se unan mañana a una marcha organizada por el Frente Civil de Derechos Humanos, grupo que en otras ocasiones ha logrado movilizar a más de un millón de personas. Aunque la policía ha autorizado esta marcha, en un video colgado en su página web avisa de que si los manifestantes utilizan la violencia "la gente no les apoyará" y los agentes no tendrán más remedio que proceder a arrestarles. Las protestas llegaron de manera masiva a las calles hongkonesas el pasado 9 de junio a raíz de un controvertido proyecto de ley de extradición que ya fue retirado por el Gobierno. Pero las manifestaciones han mutado hasta convertirse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos de Hong Kong y una oposición al autoritarismo de Beijing. China ha condenado las protestas y amenazado con duros castigos a sus líderes, además de defendido la fórmula de "un país, dos sistemas" que rige a Hong Kong desde que el ex territorio británico fue devuelto a China, en 1997. El sistema concede a los hongkoneses libertades desconocidas para el resto de los chinos, pero en Hong Kong, sobre todo entre los más jóvenes, ha cundido la alarma por recientes acciones chinas que parecerían tener como objetivo recortar esos derechos. Algunos manifestantes han optado por tácticas más radicales que la protesta pacífica y los enfrentamientos violentos con la policía han sido habituales. Los meses de protestas han colocado a la economía de Hong Kong en recesión por primera vez en una década, tras contraerse un 2,9% en el tercer trimestre, afectada por las caídas de las importaciones y las exportaciones, de las ventas al por menor y por las decrecientes cifras del turismo.
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