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Cultura y Espectáculos > LITERATURA

Hustvedt: "Debemos recelar de las respuestas fáciles y las fórmulas armadas sobre la verdad"

POR REDACCIÓN

18 de octubre de 2019
La escritora estadounidense Siri Hustvedt llamó hoy a "desconfiar de las emociones vulgares, las respuestas fáciles y las fórmulas hechas que vienen en paquetes brillantes con la etiqueta de verdad", al recibir hoy en España el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2019. "Los libros se vuelven carne, las palabras se entretejen con nuestro cerebro, nuestras vísceras, gestos y sentimientos. Los libros y las ideas pueden ser peligrosos, pueden enfermarnos, o pueden salvarnos", dijo Hustvedt en el Teatro Campoamor, de la ciudad española de Oviedo, donde recibió el premio de mano de los Reyes de España, en una ceremonia histórica donde la infanta Leonor, de 13 años, dio su primer discurso oficial. De niña "leía sobre reyes, reinas y magia, pero también sobre esclavitud, racismo, miedo a los desconocidos y niñas a las que se les castigaba por no querer recatarse o estar calladas y pensaba por qué esto es así, por qué no podría ser diferente", cuestionó en un discurso transmitido en Youtube. La reconocida ensayista feminista -autora de obras como "Los ojos vendados", "Todo cuanto amé", "El verano sin hombres", "El mundo deslumbrante" o "La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres"- defendió la equidad entre géneros y cuestionó las nociones de verdad, conocimiento e identidad contemporáneas. "De niña me maravillaba ante cosas corrientes, un tenedor sobre un mantel o una flor en un jarrón, de pronto, adquirían características metafísicas" y "rápidamente aprendí las reglas de la vida" que formuladas como pregunta suenan así: ¿Por qué los niños pueden saltar cuando ganan un concurso y a las niñas no se nos deja sonreír ni levantar los brazos?". "Vivimos en un mundo en el que cada vez la gente sabe más sobre menos cosas", "los enfoques demasiado restringidos" llevan a "callejones sin salida", a "fantasías" dijo y exhortó a "imaginar un mundo en el que las ideas circulan libremente entre disciplinas sin una jerarquía discriminatoria, donde las niñas pueden alardear tanto como los niños y éstos no les tengan miedo, un mundo en el que se hayan disuelto las viejas fronteras". Este premio, concluyó, "llega de la mano de una niña, una princesa. Me gustaría que fuera para todas las niñas que leen muchos libros sobre un sinfín de temas, que piensan, preguntan, dudan, imaginan y se niegan a estar calladas".
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