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José Saball, entre los filamentos de impresión 3D y un mundo con su propia comunidad

Su local i3D San Juan hoy es punto de referencia en insumos, repuestos y mantenimiento de impresoras 3D. El emprendimiento que inició con un proyecto de robótica y hoy cuenta con una comunidad de usuarios. Por Angeles Irusta

POR REDACCIÓN

19 de septiembre de 2022

Todo comenzó en 2018, con un proyecto de robótica para escuelas de aplicación didáctica. Se trató de Robustito, un kit de robótica de numerosas piezas a través de lo cual descubrió la impresión 3D. Y así, entre ensayo y error para fabricar las piezas, José Saball se adentró en este apasionante mundo que saltó de lo didáctico a lo comercial y hoy lo posiciona con un local que es punto de referencia en insumos, repuestos y mantenimiento de impresoras 3D. Se trata de i3D San Juan, ya un sitio de culto para quienes se dedican al uso de esta tecnología con diferentes aplicaciones.

“Cuando surgió Robustito, la impresión 3D se convirtió en nuestra herramienta de trabajo y nos encontramos que requeríamos de insumos como los filamentos para impresión 3D, los cuales no tenían mucha oferta en la Argentina”, recordó José. Así, con su socio Facundo Vila, comenzaron a traer a San Juan todo el filamento disponible que pudieran. En el camino, se encontraron con muchas otras personas que también lo necesitaban y así fue como ese modelo de negocios viró más hacia lo comercial y vinculado a la provisión de insumos.

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La pandemia y el cierre de las escuelas hizo que el espacio de inserción del kit de robótica quedara en stand by hasta este año. En forma paralela se impulsó el crecimiento de i3D San Juan, que de a poco se fue consolidando en lo de los insumos para impresoras 3D.

En ese marco, los filamentos de polímero están al tope de lo más requerido en el mercado, ya que es la materia prima para cualquier diseñador.

“Los filamentos para impresión 3d son los insumos que requiere las impresoras 3D para materializar el objeto del diseño digital. El más popular es el filamento de polímero, pero también hay resina polimérica, en cualquiera de los casos, en la tecnología de impresión 3D se llama modelado por deposición”, explicó Saball.

Lo cierto es que a partir de este espacio que disparó numerosas consultas entre los diseñadores que comenzaron a surgir en San Juan, dio lugar a la conformación de una Comunidad que hoy reúne a cerca de 600 miembros. En ellas confluyen quienes tienen y trabajan con una impresora 3D, así como también los curiosos. Se trata de una de las comunidades más activas que existen en el rubro, y representa un espacio de consulta y experiencias que resulta fundamental en este camino tecnológico.

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Según Saball, la comunidad está integrada por grupos de WhatsApp (REPRAP cuyano el movimiento que trasladó la tecnología de impresión 3D a nivel de usuarios comunes, REPRAP 2 y un tercer grupo orientado a la impresión con resina), en estos grupos solo pueden pertenecer aquellos que constan con la impresora. “Se estableció esta regla, para poder aprovechar los conocimientos que se transmiten y no desvirtuar el grupo, la idea es el aprendizaje constante y el intercambio de experiencias”, explicó la fuente.

También hay grupos de Telegram, pero esos son más abiertos al público general y curiosos.  

El mantenimiento, cuello de botella

Según explicó Saball, actualmente el uso de impresoras 3D llegó al ámbito doméstico, por lo que hay una gran demanda y que por el uso intensivo, requiere del mantenimiento de la máquina. El problema es que excepción de Saball y alguno otro más, no hay en San Juan personas que se dediquen a este aspecto, por lo que el llamado de la Comunidad, es que quienes consten con requisitos se sumen.

Esto requiere de una curva de aprendizaje que lleva en promedio dos años. En principio hay que ser usuario de la impresora y luego, eso requiere sumar conocimientos de electrónica, mecánica, programación y diseño digital, todos aspectos que están involucrados con la impresión 3D.

Claves

  • Una impresora 3D puede rondar entre los 70 mil pesos a 40 mil dólares, según sus prestaciones y para lo que vaya a utilizar (fines estéticos, realización de piezas, etc)
  • Mantenimiento: El costo va desde los 3 mil a 7 mil pesos dependiendo la situación del equipo. Por lo general la pieza que más se deteriora, es la de teflón.
  • Insumos: El kilo de filamentos 3D puede ir desde los 2 mil a 4 mil pesos. Actualmente existen diferentes tipos, que pueden ser flexibles, transparentes, traslúcidos, según la pieza a crear por el diseñador digital.

 

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