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Policiales > Italia

Mata a tres personas y hiere a otras dos y su padre pide que se entregue porque está amenazado

POR REDACCIÓN

25 de noviembre de 2019
Un joven de 20 años asesinó a balazos a tres personas e hirió a otras dos en su propia casa de la ciudad de Santa Fe, tras lo cual huyó, y su padre, que vinculó la masacre al tráfico de drogas, pidió hoy que se entregue ante las autoridades porque su familia está amenazada. Voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA) dijeron que el muchacho buscado es Mauro Díaz, quien está acusado de haber asesinado ayer a Omar Amarilla (33); María Soledad Ingui (35) y Antonio Matías Fernández,(16) y herido de gravedad a Celeste Villarisa, y Miguel Ravelli (35). El padre del prófugo, Jorge Alberto Díaz, dijo que, según le contaron vecinos, su hijo huyó "herido y a pie" y le pidió a través de entrevistas con radios de la ciudad que se entregue. El triple crimen ocurrió ayer alrededor de las 19 en una vivienda situada en Arzeno al 7300, a pocos metros de su intersección con calle Padre Genesio, en el barrio Scarafía, en el noroeste de la capital de la provincia. Díaz padre, quien trabaja como panadero, contó que ayer cuando se levantó de la siesta y antes de irse a trabajar vio que su hijo Mauro estaba reunido con quienes luego serían sus víctimas, tomando cerveza. "Yo no sé si él (por su hijo) vendía drogas, pero Amarilla sí andaba vendiendo drogas, ellos sí andaban vendiendo. Mi hijo se había empezado a juntar con ellos. Yo quiero que se entregue porque está mal lo que hizo. Yo soy padre y si a mi hijo le pasa algo, salgo a pedir justicia por él", dijo Díaz a radio Aire de Santa Fe. Y agregó: "Mi esposa se fue al parque con mi hija y mis nietas, y en ese momento mi hijo llegó con estas seis personas. Se ve que discutieron y todo terminó así", expresó. El hombre dijo que tras los asesinatos su familia recibió amenazas de muerte, por lo que espera que su hijo se entregue. "Nosotros estamos amenazados con que nos van a matar y nos van a quemar todo. Yo trabajo de panadero y no me puedo ir a las seis de la tarde y dejar sola a la familia", explicó. El hombre aseguró que después de los crímenes no volvió a ver a su hijo y que desconoce dónde está. "No vino, no sabemos qué pasó, no sabemos nada, sabemos que tal vez está herido y se fue caminando", dijo. El sospechoso, que utilizó para disparar contra sus acompañantes una pistola calibre 9 milímetros, mató a Ingui y Fernández, cuyos cadáveres fueron hallados en el patio de la casa, en tanto Amarilla sobrevivió unas horas y falleció cerca de la medianoche en un centro asistencial. Según su padre, Mauro Díaz trabajó hasta diciembre de 2018 en Buenos Aires, donde realizaba actividades relacionadas al turf, aunque regresó a Santa Fe para las últimas fiestas y se quedó. "Se empezó a juntar con esa gente", dijo Díaz en referencia a las víctimas, y señaló que en su casa "no tenía armas", aunque sabe que "andaba a los tiros cuando estaba con ellos", ya que "andaban armados". Díaz recordó que en el último tiempo junto a la madre le llamaron la atención a Mauro, ya que desde que se había juntado con esas personas "estaba como descarrilado". La madre del acusado, Zunilda, dijo por su parte que tiene miedo por sus hijas de 14 y 16 años, por lo que espera que Mauro "vuelva y diga qué paso y cómo está". Sobre los heridos, las fuentes de la pesquisa informaron que Villarisa fue trasladada al hospital Iturraspe con lesiones de bala, mientras que Ravelli permanecía internado en el hospital José María Cullen, donde fue sometido a una cirugía debido a dos balazos en el pecho y uno en la espalda, por lo que su estado es reservado. La investigación es llevada adelante por detectives de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) de Santa Fe, bajo las órdenes de la Fiscal de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación (MPA), María Laura Gioria.
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