Mundo > ¿Señal divina?
Murió el Papa Francisco: la coincidencia con Juan Pablo II que impacta a los fieles
El sumo pontífice argentino falleció este lunes a los 88 años. Su muerte, al igual que la de Juan Pablo II, ocurrió en el marco de la Pascua y muchos católicos la interpretan como una señal divina.
POR REDACCIÓN
La muerte del papa Francisco a los 88 años marcó el fin de una era en la Iglesia católica. Su partida, este lunes 21 de abril a las 7:35 de la mañana (hora de Roma), fue confirmada por la Santa Sede tras varios días de complicaciones respiratorias que afectaron gravemente su salud. El mundo entero —más allá de credos o ideologías— reaccionó con congoja y respeto ante la noticia. Pero entre los católicos, un detalle encendió la espiritualidad y la emoción: una impactante coincidencia lo une a Juan Pablo II, fallecido hace exactamente dos décadas.
Ambas muertes se produjeron en el tiempo litúrgico de la Pascua, el período más importante del calendario cristiano. Juan Pablo II murió el 2 de abril de 2005, en la vigilia del Domingo de la Divina Misericordia, una fecha que él mismo instituyó durante su papado y que se celebra el primer domingo después de Pascua. Francisco, por su parte, murió al día siguiente del Domingo de Pascua de este 2025, cerrando un nuevo ciclo pascual con su partida.
Para los fieles, no se trata de una simple coincidencia. Francisco —Jorge Mario Bergoglio— fue un papa que intentó abrir las puertas de la Iglesia al mundo moderno, promoviendo una Iglesia “en salida”, cercana a los pobres, a los jóvenes y a los marginados. Su visión reformista, su humildad y su mirada pastoral marcaron un cambio profundo en el Vaticano. Que su muerte se diera en un momento tan cargado de simbolismo como la Pascua solo intensifica el sentido espiritual de su despedida.
La Santa Sede informó que el cuerpo del pontífice será trasladado el miércoles a la Basílica de San Pedro, donde los fieles podrán rendirle su último homenaje. La fecha del funeral aún no fue confirmada, pero se espera que asistan líderes religiosos y políticos de todo el mundo.
El paralelismo con la partida de Juan Pablo II despierta reflexiones profundas. Ambos papas marcaron hitos distintos en la historia de la Iglesia, pero su coincidencia en el calendario pascual deja una señal que, para muchos creyentes, no puede ser ignorada. Una despedida en tiempos de resurrección.