POR REDACCIÓN
12 de enero de 2020
El hasta ahora ministro de Patrimonio y Cultura de Omán, Haitham bin Tareq al Said, inició hoy sus funciones como sultán, tras ser designado y coronado por la familia real apenas horas después de que falleciera el sultán Qabus bin Said al Said. Haitham recibió al rey de los Países Bajos, Guillermo Alejandro; al primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, y al canciller de Irán, Mohamad Yavad Zarif, entre otras personalidades extranjeras que llegaron a Mascate para asistir al velatorio de Qabus. Qabus murió ayer, a los 79 años, tras una larga enfermedad de la que no se informaron detalles. El nuevo sultán asumió el gobierno en un contexto de máxima tensión en Medio Oriente, con el desafío adicional de suceder a una figura valorada en la región por su papel neutral y de mediador. La sucesión tenía que hacerse de manera rápida para no dejar un vacío de poder, explicó Ahmed Ali al Mujaini, ex vicesecretario general del Consejo de la Shura -órgano consultivo en el que están representadas todas las regiones del país-, según la agencia de noticias EFE. De acuerdo con ese experto, la prioridad de la familia real fue designar al nuevo sultán incluso antes de que comenzaran los funerales, porque la situación en la región no da margen para dejar al país sin un monarca durante tres días, que es el plazo legal para escoger a un sucesor. A juicio del ex consejero, hay grandes expectativas puestas en Omán con vista a una posible mediación en la tensión entre Estados Unidos e Irán, que está escalando a un ritmo muy elevado. De hecho, Omán facilitó las negociaciones para el acuerdo nuclear de 2015 entre Irán, Alemania, China, Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y Rusia. En su primer discurso a la nación, Haitham prometió que seguirá la línea de su predecesor en relación con el apoyo a la vía pacífica para la resolución de todas las disputas y el mantenimiento de relaciones amistosas con todas las naciones. De 65 años, Haitham -primo de Qabus- se graduó en Oxford y no tiene formación militar. Con una carrera política de más de 30 años, desde 2002 era ministro de Patrimonio y Cultura y mano derecha del sultán fallecido, y durante ocho años estuvo a cargo de la prestigiosa diplomacia del país. Qabus, que no tenía herederos directos, dejó dos cartas -una en su ciudad natal, Salalah, y la otra en la capital, Mascate- para ser abiertas una vez que muriera, con el nombre del elegido para sucederlo.
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