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Rompiendo con los estereotipos: Agustín, el primer "manicuro" en San Juan

Lo que empezó siendo un hobby, hoy se convirtió en una nueva fuente de ingresos en la economía de Agustín Lara, el primer hombre que se dedica a la manicura. 

POR REDACCIÓN

07 de agosto de 2022

Que las cosas de nena son de nena, y las cosas de nenes son de nenes, es lo que impone la sociedad desde años. Hoy, estos parámetros fueron mutando e incluso fusionándose, para romper con los estigmas y dar lugar a disfrutar de lo que a uno le gusta, sin importar si es cosa de hombres o de mujeres. Así lo sintió Agustín Lara, un joven que en las mañanas atiende en una oficina pública y en las tardes ayuda a que las mujeres se sientan bellas, con la ayuda del color de los esmaltes, pinceles y la pasión por la manicura.

"Siempre sentí un gusto particular por ver cómo las mujeres se pintaban las uñas. Fue gracias a Tik-Tok y los cientos de videos de técnicas, colores y decoración que terminaron de atraparme y animarme a recorrer este fascinante mundo", comenzó diciendo Agustín Lara a DIARIO HUARPE. Él es el primer hombre que se animó a dejar la vergüenza atrás y presentarse en el estudio de Andrea Carrillo, la persona encargada de guiarlo en este camino, y entregarle el certificado que lo habilita como "manicuro". 

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Al comienzo, no fue fácil ganarse la confianza de sus clientas. Foto: Gentileza

Todo comenzó en marzo de este año, cuando dio sus primeros pasos. "Empecé con mis uñas en primer lugar y también aproveché las manos de mi expareja y las de mi hija. Fueron mis primeras modelos", dijo entre risas Agustín, al recordar los primeros diseños, que nada tienen que ver con lo que hoy es capaz de lograr.

Con una pequeña mesita y dos sillas, en un rinconcito del negocio de la familia, el emprendimiento del joven se abrió camino. "Me costó mucho, pero me animé a poner lo necesario para trabajar en el espacio que actualmente me presta mi mamá en su local. Acá recibí a mis primeras clientas y de las que tengo el orgullo de decir que se fueron muy felices con el trabajo terminado. No lo imaginé así, pero hoy se convirtió en otra fuente de ingresos, a la par de mi trabajo como administrativo en la Junta de Clasificación Docente", destacó el sanjuanino, que a futuro sueña con un lugar propio.

Agustín en su pequeño negocio. Foto: Gentileza

Entre el que dirán, los prejuicios y la discriminación, claro que este camino no fue fácil para el joven que eligió entrar en una actividad desarrollada hasta el momento sólo por mujeres. "¿Por qué? Para mí no hay cosas de hombres o mujeres. Lo elegí como hago con todo, si me gusta a mí y no le hago mal a nadie, es suficiente. Mi mantra fue repetirme una y otra vez 'a la mier... el que dirán. Soy feliz con lo que hago'", contó, a la vez que reconoció que la discriminación fue lo más complejo de afrontar, sobre todo en su familia. "No fue algo que aceptaron desde el comienzo, pero hoy soy el manicuro de todos ellos". 

De manera conjunta se eligen los diseños y colores que lucirá la clienta. Foto: Gentileza

"Al principio, cuando empecé a mostrarme con las uñas pintadas en público, la gente empezó a tildarme de rarito, incluso llegaron a pensar que había cambiado mi orientación sexual, pero aprendí a convivir con esos comentarios y aceptar que siempre van a haber opiniones que no van a coincidir con mi pensamiento libre", manifestó.

El inicio de todo emprendimiento nunca es color de rosas y menos si se trata de algo que llega para patear las piezas del tablero. "La competencia es dura en este rubro", aseguró el propietario de Nails´n Rock. "Hubo colegas que me escribieron sólo para tirar mala onda, me acusaban de estar invadiendo un espacio que es sólo de mujeres y que me robaba posibles clientes", mencionó, a la vez que explicó que con las clientas pasa lo mismo. "A algunas de ellas les gusta y me apoyan. Otras lo ven mal e incluso se enojan, dicen que no debería meterme en estas cosas", añadió. 

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Parte de los trabajos de Agustín Foto: Gentileza

En cuanto a los planes a futuro, Agustín espera dejar ese pequeño, pero sumamente importante para él, espacio prestado, para poder abrir el local de sus sueños. "Estoy arrancando de cero. Tengo una caja de herramientas con todo lo necesario para hacer un buen servicio, que me acompaña en el local o cuando me piden que vaya a domicilio. Soy consciente que es bastante humilde, pero doy lo mejor de mí. Con calma y sin apuro, espero llegar a lugar propio", se esperanza.

El kit de trabajo con el que atiende a sus clientas. Foto: Gentileza

Para finalizar, el hombre cuya hija está maravillada con la idea de que sea su propio papá el que le pinte las uñas y la que asegura que cuando sea grande lo va a ayudar en su negocio, dejó un mensaje para todos los que elijan romper con los mandatos de la sociedad: "Hasta el momento no atendí a ningún hombre, pero estoy seguro de que hay más de uno al que le gustaría y no se anima. Dejen de pensar en el que dirán y hagan lo que sientan que les hace bien".

Agustín Lara: 264 -5611051 Instagram: @nails_nrock

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