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Provinciales > Festejo en pandemia

Sonreír a pesar de todo: una familia contó cómo vive la Navidad en aislamiento

Cristian Ibáñez es enfermero al igual que sus padres, contó que contrajo Covid y esto obligó a que toda la familia viviera días de encierro. 

POR REDACCIÓN

25 de diciembre de 2020

Cristian Ibáñez es enfermero al igual que su padre Omar y su madre Gloria. Hace poco más de dos semanas comenzó con síntomas y después confirmó lo más temido: tenía coronavirus. Este diagnóstico obligó a toda la familia a cumplir un estricto aislamiento que incluyó la Nochebuena en la que no pudieron salir a saludar a familiares y amigos como en otros años. 

En contacto con DIARIO HUARPE, Cristian contó que todo comenzó el 11 de diciembre. "Me sentía demasiado cansado, pero en un principio creí que se podía deber a las guardias que estuve haciendo, son muchas horas, el trabajo es agotador. Por eso pensé que era cansancio físico y estrés, pero con el paso de las horas me fui sintiendo peor", aseguró el joven que trabaja en el área de internación de la clínica El Castaño y presta colaboración en la asistencia de pacientes con Covid que presentan cuadros de gravedad. 

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Para el 12 de diciembre el malestar era más intenso, por eso optó por no salir de casa. El lunes se hizo el hisopado y el resultado confirmó que se había contagiado de coronavirus. "El momento en el que te dicen que tenés Covid es desvastador, el mundo se te viene encima. Yo pensaba en mis padres y en mí mismo, es que esto es una ruleta rusa podés tener síntomas leves o llegar a estar muy grave en muy poco tiempo", relató el joven en un contacto telefónico. 

La confirmación del contagio obligó a que toda la familia se quedara en la casa que comparten en la villa Salvador, en Angaco. Fue así que quedaron aislados Cristian, sus padres Omar y Gloria, su hermano Matías, la esposa de este joven y su hijo recién nacido. 

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Todos tuvieron que dejar sus actividades habituales para cumplir con las normas de prevención, fue así que Omar y Gloria tuvieron que avisar en el hospital de Angaco que no iban a ir a cumplir con sus labores de enfermeros porque se convirtieron en lo que se denomina un contacto estrecho de un caso confirmado de Covid. 

Lo mismo pasó con Matías, su mujer y hasta el pequeño hijo de ambos. Cristian dijo que ellos ya no viven en la casa de Angaco, pero justo por esos días estuvieron de visita y al confirmarse el contagio se vieron obligados a quedarse. 

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El joven enfermero relató que con el paso de los días fue sintiéndose cada vez peor. "Tuve síntomas fuertes por una semana, me sentía muy mal, muy cansado, con mucha fiebre, dolor de cuerpo y mucho dolor de cabeza", enumera. Mientras él sentía estos síntomas buscó mantener el menor contacto posible con su familia con la esperanza de no haberlos contagiado.

Igualmente, su padres comenzaron a manifestar síntomas unos días después. "Yo tenía miedo de que se enfermarán de gravedad, pero sólo tuvieron malestar leve. Mi padre hizo una febrícula, pero ambos pudieron salir adelante sin mayores inconvenientes", expresó el joven, quien agregó que su hermano, su cuñada y su sobrino no tuvieron síntomas. 

Mientras todos los miembros de la familia se mantenían en casa, son contacto alguno con el exterior, recibieron asistencia de diferentes personas para poder pasar el aislamiento lo mejor posible. Fue así que recibieron ayuda del municipio y de Desarrollo Humano que les llevaron alimentos y elementos de higiene. A esto se sumó que otra hermana de Cristina que no quedó aislada también les llevó provisiones. 

"Además, si necesitamos algo puntual, les avisamos a los vecinos y ellos nos hacen las compras, nos han ayudado mucho sabemos que podemos contar con ellos", manifestó el enfermero.  

Durante este período de aislamiento también festejaron el cumpleaños de Cristian, es que el 23 este muchacho cumplió los 29 años. Lejos de los encuentros con amigos y familiares, el joven tuvo un festejo íntimo. "Compartimos una torta de frutas, me regalaron una merienda y una remera", indicó el muchacho. 

Este jueves llegó la cena de Nochebuena y la familia compartió empanadas caseras, sánguches y pollo. Al momento del brindis todos pidieron por la salud de la familia.

"Me acuerdo que el año pasado no pude saludar a mis amigos porque llegó un viento fuerte, este año no pude salir porque estoy aislado. Ya llegará el tiempo de compartir con todos con ellos", aseguró el muchacho quien confesó que está feliz porque ya le faltan pocos días para poder salir de su casa y reencontrarse con sus afectos. 

Cristian también está pensando en cómo será el regreso a su actividad laboral: "Sé que los primeros días son muy difíciles porque uno se agota con facilidad, se siente mucho el cansancio, pero de a poco iré volviendo a la normalidad", se esperanza. 

Antes de terminar el enfermero contó sus expectativas ante la llegada del 2021. "Espero que el año que viene sea mucho mejor que esté. Con la llegada de la vacuna de a poco iremos saliendo adelante. Igualmente, del 2020 rescato que esta situación nos ayudó a valorar la familia que tenemos, a unirnos y a reconocer a los amigos que siempre están". 

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