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Provinciales > Día contra el acoso escolar

Un 4% de los niños sanjuaninos sufrió bullying en la escuela

El dato salió de un estudio desarrollado por la ONG Bullying sin Fronteras.

02 de mayo de 2022

De acuerdo a la información proporcionada por un informe realizado por la ONG Bullying sin Fronteras, un 4% de los niños sanjuaninos sufrió acoso o violencia escolar entre enero de 2021 y marzo del 2022. Este dato surgió en el Día Internacional Contra el Acoso Escolar.

El porcentaje es uno de los más bajo de todo el país. El más alto fue el registrado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que presentó un 18%, le siguió la provincia de Buenos Aires con un 14%; Santa Fe 8%; Córdoba 7 %; Mendoza 6%; mientras que para Jujuy, Misiones, Neuquén y San Luis un 4%. El mismo valor que la provincia.

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 En Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Río Negro y Salta se registró un 3%. En tanto, para Formosa, La Pampa, La Rioja, Tucumán, Santa Cruz fue de 2% y las provincias que registraron el porcentaje más bajo de acoso escolar fueron Catamarca y Tierra del Fuego con 1%.

Por otra parte, el mismo estudio reportó que siete de cada 10 niños, niñas y adolescentes en la Argentina sufren bullying y otro tipo de maltratos en los establecimientos educativos, es decir, un 70%. La organización no gubernamental Bullying sin Fronteras destacó que la Argentina se encuentra entre uno de los países con más casos de bullying y ciberbullying en el mundo, totalizando unos 14.800 casos.

Luego, en el estudio realizado, la ONG explicó que esto significó un incremento del 20% con respecto al último informe, producido en el año 2019. Ahí totalizó 12.300 casos.

Testimonio de una madre

"Mi hija asistió al jardín en un colegio católico privado de San Juan en el que la pasaba muy mal. Aunque le gustaba ir a jugar  y aprender no quería ir nunca y salía mal de las clases. Le preguntábamos qué le pasaba y nos decía que un niño la molestaba", dijo la mujer DIARIO HUARPE.

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"Lo llamativo era que las maestras nunca nos dijeron nada de ese niño. Si preguntábamos nos decían que mi hija era la que se portaba mal y vivía peleando. Nos reclamaban siempre de su mal comportamiento, pero jamás nos nombraron a otro niño", agregó.

"En mi casa estábamos angustiados, ya no sabíamos que hacer. Recibía atención de una psicopedagoga y la ayudábamos, pero el jardín seguía siendo una tortura. Llorábamos mucho porque pensábamos que nunca iba a poder integrarse en la sociedad", contó después.

"Fue hasta que nos dimos cuenta de las actitudes de las madres y padres. La discriminaban porque decían que se "portaba mal", no la invitaban a los cumpleaños, no hablaban conmigo en las reuniones y hablaban mal de mi familia porque decían que eramos irresponsables y teníamos una niña mala. Se quejaban con las maestras y ellas me llamaban la atención", contó. "Mi hija tenía una amiguita y su papá me contó todo lo que hablaban y que no dejaban a sus hijos juntarse con ella. Lo peor que hicieron fue ponerse de acuerdo para no llevar a los niños al cumpleaños de cinco años de mi hija. Fue un momento muy triste. Gracias a Dios fue su única amiga y los hijos de mis amigas y ella no se dio cuenta, pero a nosotros nos partió el alma. Habíamos alquilado un castillito y comprado bolsitas para todos sus compañeritos. Nos sobró todo. Ahí decidimos cambiarla de colegio", explicó.

"Con todo el miedo del mundo la mandamos a una nueva y para nuestra sorpresa se hizo muchísimos amigos. Encajó a la perfección. Estaba muy contenta con sus compañeros y ahí empezó a contarnos de lo que sufría en el otro colegio", añadió.

"Nos contó que los compañeros le tiraban cosas, le abrían la puerta del baño y se burlaban de ella. También que decían a los demás que no se le acercaran. Le costó un montón olvidarse. Por suerte pasó tiempo y en su nuevo colegio sigue bien. El hecho de que no tenga conflictos ahora es la prueba de que no era ella el problema", dijo después.

"El año pasado pudimos hacerle el cumpleaños después de la cuarentena y vinieron casi todos sus compañeros, nos dio una alegría inmensa", destacó.

"Lo malo es que todavía nos queda el miedo de llevarla a un lugar nuevo y que vuelva a pasar lo mismo. Cada vez que empieza una actividad cruzamos los dedos para no volver a vivir eso. El bullying es algo horrible que te marca", cerró.

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